Un simplemente Viaje de Amor [Roxas]

Dio un pequeño respingo cuando lo abrazó, levemente sonrojado por sus palabras. No necesitaba ropa, no quería que Moonkyul gastara demasiado dinero en él, no se consideraba merecedor de ello, pero esas palabras... le hacían pensar que compraría toda la ropa que el vampiro quisiera, incluso podría probársela para él, aunque esa idea le hizo enrojecer aún más y sacudió la cabeza inmediatamente, desechando esa idea. Pero, después... esas palabras tan lindas, tan llenas de amor, con las que tanto tiempo había fantaseado en sus más dulces sueños... y se las decía Moonkyul, y no estaba soñando... Se sentía tan bien en esos momentos... estaba convencido de que el vampiro no tenía ni idea de lo feliz que le estaba haciendo sólo con unas pocas palabras.

Sonrió, abrazando con fuerza la ropa que llevaba, con ese intenso rubor en sus mejillas. Miró a Moonkyul, quién parecía buscar más ropa, pero también lo miraba a él... Volvió a mirar hacia su ropa, sintiendo su corazón latir demasiado deprisa...

-Te amo... te amo tanto, Moonkyul... No te imaginas lo afortunado que me siento ahora mismo... -murmuró tímidamente. -¿Es esto un sueño, Moonkyul? No quiero despertar...

Le había dicho que era perfecto, le había dicho que lo amaba por ser él... Siempre creyó que nadie lo amaría porque no era suficiente para merecer el amor de nadie, pero Moonkyul le estaba demostrando lo contrario. Moonkyul, el mismo que hace unos días parecía tan inalcanzable para él, el mismo que le hacía ver que no valía nada... ahora reconstruía su corazón roto con una facilidad admirable...

Siguió buscando ropa, ahora con una amplia sonrisa en su rostro, sus mejillas con un tono rosado y con sus ojos brillantes de pura felicidad...

Le sorprendió todo lo que Moonkyul tenía planeado. Iba a desayunar con él... e insistía en comprarle un móvil, sin aceptar un "no" por respuesta. Rió cuando dijo que lo molestaría. Le encantaría recibir sus llamadas, hablar con él cuando no estén juntos... era capaz de darle su número sólo a él para así no recibir otra cosa que no fueran llamadas suyas.

Dejó que cogiera su mano y entrelazó sus dedos, mientras lo seguía. Cuando salieron de la tienda, se dedicó a mirar las diferentes tiendas, entretenido con lo que veía. Le gustaban este tipo de viajes. Los de sus padres eran aburridos y siempre trataba de evitarlos, pero con Moonkyul todo era tan distinto... Terminó aferrándose al brazo del vampiro, sonriendo ampliamente. Algunas personas los miraban por eso y, aunque se sonrojó por ello, no se le ocurrió apartarse.

-Oye, Moonkyul... -lo llamó, dudando un poco de lo que iba a decir. -Me... gustaría... tener recuerdos de este viaje... -confesó, escondiendo un poco su rostro en el brazo del vampiro. -¿Podríamos... hacernos fotos juntos...? -se atrevió a preguntar, ahora mirándole, casi suplicándoselo con la mirada.

No esperó que Moonkyul aceptara tan rápidamente, pero no dudó en seguirlo, corriendo tal y como le pidió, sonrojándose por los comentarios de las personas que lo veían... ¿realmente parecían dos enamorados? Eso le hizo sonreír. Siguió corriendo hasta que llegaron a la playa, y allí se dejó guiar por el vampiro hasta la máquina de hacer fotos. Trató de posar lo mejor posible, aunque sabía que Moonkyul se vería aún mejor, y no le importaba. Cuando salieron, se limitó a ver las fotos con una amplia sonrisa. Parecían una linda pareja... y eso alegró muchísimo a Roxas. Moonkyul se veía tan atractivo, como siempre... o eso era lo que pensaba Roxas mientras que no dejaba de observar las fotos.

Lo siguió hasta la joyería, dónde estuvo mirándolo con curiosidad durante varios minutos, preguntándose qué era lo que estaría comprando... pero sólo pudo verlo cuando la señora se lo mostró. Roxas se quedó mirándolo asombrado, era un colgante realmente hermoso, y no pasó desapercibido para Roxas esa frase escrita en los bordes. Sonrió, mirando a Moonkyul, dispuesto a agradecerle... cuando le dijo que él tenía uno igual, que sólo había dos así... Se quedó mudo, y paralizado. Durante varios minutos miró al vampiro sin saber que decir, muy sonrojado, abriendo sus temblorosos labios sin emitir sonido alguno.

Cuando por fin pudo reaccionar, lo primero que hizo fue abrazar al vampiro con fuerza, con toda la fuerza que su frágil cuerpo tenía...

-Te amo... te amo... te amo... -repitió una y otra vez entre susurros. -Es precioso, me encanta... no me lo quitaré jamás... -prometió, mientras que lo hacía colgar de su cuello, con una amplia sonrisa.

Aún no se acostumbraba a esos regalos, a esos detalles tan amorosos de su querido vampiro... sentía que debía hacer lo mismo por él. Decidió que trabajaría más horas, conseguiría dinero... y compraría un buen regalo para Moonkyul. Lo merecía... por ser tan perfecto...

Volvió a seguir al vampiro cuando este lo cogió de la mano para ir a desayunar. Se sentó cuando llegaron y rió por las explicaciones que le dio Moonkyul para que comiera. Resultaba curioso... antes de conocerlo, en realidad no comía con regularidad. Se saltaba comidas, y se alimentaba de cualquier cosa. Pero no iba a negar que el hecho de que Moonkyul se preocupara por su alimentación y por su salud le agradaba, y mucho.

Esperó a que llegara el camarero y pidió un zumo de frutas y unas tostadas. Necesitaba algo dulce... la verdad es que se sentía un poco cansado, y no quería cansarse tan rápido, aún quedaba mucho día por delante. Miró a Moonkyul con una sonrisa, apoyando su barbilla en su mano, y el codo en la mesa.

-¿Suficiente? ¿Crees que así estaré bien alimentado? -preguntó, aún riendo. Ignoraba que fuera capaz de reír tanto en presencia del vampiro. -No te preocupes por la comida, en realidad, nunca he comido mucho...

El mesero no tardó en volver con lo que habían pedido, y Roxas comenzó a comer en silencio, aunque sin dejar de mirar a Moonkyul. No podía evitarlo... y le resultaba realmente lindo que se preocupara por él así. Sólo por eso, comería.

Los comentarios de Moonkyul hicieron callar a Roxas al instante, que sólo calló y bajó la mirada tímidamente, completamente sonrojado. Siempre funcionaba, a Roxas siempre le afectaban de ese modo ese tipo de comentarios por parte del vampiro, él no podía hablar abiertamente de esas cosas... cuando Moonkyul le hacía alguna insinuación sobre sexo, él se ponía muy nervioso. Cuando se percató de que lo miraba, Roxas se avergonzó aún más. No le incomodaba, en absoluto, era sólo que le encantaba mirarlo. Dejó de comer para juguetear con sus manos, distraído y nervioso... aunque volvió a detenerse cuando escuchó ese último comentario del vampiro. Sonrió. Hermoso... Moonkyul lograba hacerle sentir en el cielo sólo con unos pocos halagos...

-Gra... gracias... -pudo responder, todavía sintiéndose muy tímido. -Tú... estás hermoso siempre... por eso... te miro...

Bebió rápido de su zumo y siguió comiendo en silencio, completamente sonrojado. Nunca se había sentido así antes, sólo con Moonkyul. Su corazón sólo latía tan deprisa cuando era Moonkyul quién lo provocaba... era como si los comentarios y las acciones de Moonkyul fueran en realidad órdenes para su corazón, que dejaba de obedecer a Roxas y latía con fuerza.

Dejó de comer cuando escuchó a Mookyul preguntar por sus estudios. En realidad, tenía varios exámenes dentro de una semana, y un par de trabajos que entregar... además de su trabajo, tenía demasiado pendiente y tendría que pasar tardes enteras posando, lo cuál para Roxas era agotador... e incómodo. No le gustaba que lo miraran, ni que le ordenaran cómo tenía que posar, que era una manía que tenían últimamente las personas para las que trabajaba. Pero... estar de viaje, con Mookyul, olvidarse de todo eso durante unos días... No quería volver, no aún, de modo que mintió.

-Ningún problema. No te preocupes por eso... -respondió, aunque trató de no mirarlo demasiado. Sabía, por sus amigos y conocidos, que se le daba muy mal mentir.

En realidad, Roxas sabía como apañárselas. Podría decir que faltó a clase porque se encontraba enfermo, sus profesores seguro que le creerían... y respecto a los exámenes, podría estudiar por las noches. Y en su trabajo, estaban tan desesperados por fotografiarlo o pintarlo que casi nunca le tenían en cuenta que se ausentara, y no se lo tendrían en cuenta, pues Roxas nunca había hecho eso hasta ahora.

Pero... por Mookyul, por pasar unos días con él... Roxas sentía que todo eso merecía la pena.

Spoiler:

Se tensó al escuchar a Mookyul. No quería enfadarlo... pero de verdad no quería que se tuvieran que ir por sus estudios. Pensó que, tal vez, si le decía por qué le había mentido, el vampiro lo entendería y le permitiría quedarse más tiempo. Miró hacia su comida, incapaz de mirarle después de haberle mentido... se sintió muy culpable, siempre le pasaba cuando sentía que hacía algo mal.

-Está bien... Lo siento, Mookyul... yo... he mentido. Tengo exámenes la próxima semana, y tendré que trabajar tardes enteras debido a los últimos días que falté al trabajo... -confesó, agachando más la cabeza, como si fuera un niño pequeño que acababa de hacer una travesura. -Pero... me hacía mucha ilusión ir de viaje contigo... no quiero que volvamos antes de viaje por eso, puedo arreglármelas, de verdad... No quiero irme, quiero que sigamos nuestro viaje juntos, por favor, por favor, Mookyul... -casi suplicó, esta vez mirando al mayor, juntando sus dos manos, con una expresión angelical, esperando que Mookyul aceptara su petición.

Pero alguien observaba a Roxas desde una de las mesas, asombrado. Era un hombre de cabello teñido de rojo, ojos marrones y de un aspecto que llamaba bastante la atención, pues vestía con ropa bastante oscura y salvaje. Estuvo varios minutos observando, hasta que no pudo evitar levantarse y acercarse hasta el rubio.

-Mira a quién tenemos aquí... -comenzó, sin nisiquiera presentarse, enseguida poniendo su mano sobre el cabello de Roxas. -Si es mi hermoso ángel...

Roxas se quedó paralizado al escuchar esa voz, y miró hacia arriba para encontrarse con aquel que fue su mejor amigo durante tantos años. Ese amigo que no sólo había sido su compañero desde su más tierna infancia, sino el hombre que le hizo descubrir su verdadera sexualidad con aquel beso tan repetino....

-Jack... -lo dijo como un suspiro. Después de todo, siempre pensó que había llegado a sentir algo por su mejor amigo... cuando se marchó a New York con su banda, Roxas se sintió realmente solo...

-¿Quién me iba a decir que te encontraría aquí... -comenzó, mirando a Mookyul y sonriendo ampliamente. -...con novio? Qué romántico... y pensar que probablemente todo esto sea gracias a mí...

Roxas no supo que decir, sólo agachó la cabeza muy sonrojado...

Spoiler:

[Hermosa firma , en este momento coloque otra diferente xDD ... a ver que tal me salio = ? = con eso que mi photoshop es una dksnfvdijv ]

Mientras tanto el me confeso la verdad , le entregue una sonrisa dulce por que esto me hacia sentir un poco mejor , me jor en que forma pues esto es sencillo de explicar por que acababa de descubrir que roxas me tenia en plena confianza , saber que la persona a la que amas entrega confianza en la relacion todo marcha bien , estaba a punto de decir algo cuando un joven llego , mis ojos rodaron a mirarlo levemente ...

Algo me intrigo , se que soy celoso pero desde cuando se toma tanto cariño con roxas , desde cuando , ¡estoy pintado o que! realmente me enojo ese hecho , de que alguien venga y salude sin siquiera prestarte atencion, vaya se dio cuenta que era su novio ...pero ¡Que! , despues de eso que fue lo que dijo ...gracias a el , gracias a el ¡que! , no entendia muy bien la situacion , y peor aun estaba colmando mi paciencia , cosa que no era muy sencilla -Bueno ahora si me explicaran de donde eres de donde lo conoces roxas ...y por que las confianzas contigo -Le mire algo serio pero despues trate de suavisar mi mirada , en primera por que ese chico se daria cuenta y lo usaria en mi contra en segunda por roxas ...le prometi que estaria con sus amigos y todo ..no podia romper esa promesa .

Solo que ..me intrigaba ...eso es todo

Roxas no tardó en darse cuenta de que eso molestó a Mookyul y sólo agachó más la cabeza. No quería que el vampiro se llevara una impresión equivocaba, pero si le decía lo que era exactamente Jack para él sí se la llevaría, y más aún si Jack lo decía. De modo que abrió la boca para decirlo él mismo, pero Jack se le adelantó:

-No te preocupes, no somos nada. Sólo mejores amigos. -respondió tranquilamente el pelirrojo, aunque después miró a Roxas, como reprendiéndolo. -Aunque ya me ha contado Marco que me ha quitado el puesto... me encargaré de recuperarlo~ -añadió guiñándole el ojo.

Roxas sólo sonrió, más tranquilo. Esperaba que le contara que él fue su primer beso, pero, por suerte y al parecer, Jack se había vuelto más prudente. Aunque esa idea empezó a desaparecer de su cabeza cuando el pelirrojo lo abrazó, pegando sus mejillas, y mirándo a Mookyul, como examinándolo.

-¿Dónde os conocisteis? -preguntó con curiosidad. -Es más mayor que tú, no creo que haya sido en la escuela... -comentó divertido.

Pero, entonces, llegó el comentario que Roxas había deseado no escuchar.

-Dime, ¿has enseñado a Roxas a besar?

Las mejillas de Roxas no podían estar más rojas, y sus piernas temblaron al instante, mientras miraba al vampiro con algo de miedo.

Jack no ocultó su sorpresa al escuchar las palabras del vampiro, y rápidamente miró a Roxas con una pícara sonrisa en sus labios. El rubio había agachado mucho la cabeza, completamente sonrojado, por las palabras de Mookyul, sabiendo perfectamente las cosas que este le había enseñado. También escuchó la risa del pelirrojo cuando Mookyul mencionó a Marco. A Jack nunca le agradó ese chico especialmente, pero en alguien tenía que confiar para "cuidar" a Roxas...

-En absoluto, yo no soy tan idiota. -aseguró con una sonrisa, volviendo a mirar a Roxas, esta vez de forma algo burlona. -Vaya, Roxas... así que ahora sabes muchas cosas... ¿Quién sabe? Tal vez tengas que enseñarme tú ahora...

-¡J-Jack! -lo reprendió rápidamente Roxas, cada vez más sonrojado.

Su amigo sólo rió, asegurándole que era una broma. Rebuscó entre sus bolsillos, hasta dar una tarjeta, dónde se encontraba su número de teléfono. Se la dejó a Roxas en la mesa, guiñándole el ojo.

-Sé que me echas de menos. No confías tanto en Marco, ¿verdad? Llámame cuando necesites que te escuche un amigo. -dijo con un tono algo engreído. -¿Sabes? Puede que vuelva pronto... pero no te diré cuándo. Quiero que sea una sorpresa~

Antes de marcharse dio un fugaz beso en la mejilla de Roxas y miró a Mookyul con una confiada sonrisa. Hizo un gesto de despedida con la mano.

-Debo irme, estoy algo ocupado. -dijo entonces, sonriendo a ambos. -¡Ya nos veremos, tortolitos~!

Aunque se fue, Roxas siguió en silencio dónde estaba, todavía sin creer todo lo que había pasado... y no queriendo ver a Mookyul. Todavía sentía ese beso en su mejilla, y temía que eso hubiera enfadado al vampiro.

-Lo siento. Es muy... impulsivo... -fue todo lo que dijo como disculpa.

Roxas supo, tanto por su mirada como por la forma en que hablaba, que Mookyul se había enfadado. Suspiró y no dudó en levantarse, hasta quedar a su lado. Aunque ese tipo de cosas le daban mucha vergüenza, y más en público, no lo pensó demasiado. Cogió las mejillas de vampiro con sus manos para que lo mirara, y lo besó, de la forma más dulce y cariñosa que pudo, temiendo ser rechazado... pero queriendo mostrarle así sus sentimientos. No quería que pensara cosas que no eran... quería demostrarle que él era el único que de verdad había cautivado su corazón.

-Mookyul... -lo llamó al separarse. -Jamás dejaría que nadie me tocara. Sólo tú... Me sentiría el ser más despreciable y sucio del mundo entero si dejara que otra persona lo hiciera. -aseguró, muy serio. -Confía en mí... -susurró, dejando un casto beso en sus labios. -Mi corazón es tuyo, creía que lo sabías...

Desvió levemente la mirada, con sus mejillas muy sonrojadas. Notó la mirada de algunas personas... pero no le importó. Quería que Mookyul confiara en él, quería mostrarle sus sentimientos; estaba convencido de que el vampiro no tenía ni idea de lo mucho que había deseado ser amado por él, no iba a desperdiciar eso siéndole infiel, o tonteando con otros.

-¿Crees que he sufrido tanto por ser importante para tí para desperdiciarlo con el primero que pase? -preguntó, más para sí que para el mayor.

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