Quizas ...no fue lo mejor [Roxas ]

Al final, volvieron al día siguiente a la ciudad. A Roxas le habría encantado poder pasar más tiempo de viaje con el vampiro, pero este parecía muy preocupado por sus estudios, de modo que no tuvo más remedio. Además, nada más volver, tenía una fiesta por el regreso de su amigo Jack, que celebrarían en el bar de un hotel. En el fondo, a Roxas le hacía mucha ilusión la vuelta de su amigo, lo había echado de menos durante meses, pero seguía algo preocupado por la reacción de Mookyul, no parecía que le gustara ninguno de sus amigos, y eso hacía que Roxas se sintiera algo mal por ello...

Cuando llegaron a su habitación de hotel, dejaron las cosas y, mientras Roxas buscaba algo que ponerse, escuchó las palabras de Mookyul. Suspiró cuando mencionó las clases y los deberes, recordando el viaje que podría haber disfrutado con su novio si este no hubiera decidido preocuparse por sus estudios. Pero sonrió al recibir ese cálido beso en sus labios. No le gustó la idea de que no pudiera quedarse, pero entendía que tuviera cosas que hacer, y pensó que tal vez era mejor así, pues Marco también estaría allí y seguro lo molestaría...

-Lo entiendo... no te preocupes. -aseguró, depositando un casto beso en sus labios de su amado vampiro. Revisó después los mensajes de su teléfono móvil para comprobar la hora. -Empieza a las nueve... pero no sé cuando terminará. -respondió, dejando el aparato de lado para abrazar a Mookyul. -Vuelve cuando hayas terminado con tu trabajo, ¿sí? No quiero que tengas problemas... -añadió con tono preocupado.

Tenía un par de horas antes de la fiesta, de modo que sacó algo de ropa que ponerse. Se decidió por una camiseta de mangas largas, con rayas blancas y negras, y una de manga corta negra con una calavera para ponerse encima. Los patalones también negros. Se había comprado esa ropa antes de marcharse, pues creía que a Mookyul le gustaba. Se quitó la ropa delante del vampiro, después de todo, era su novio... aunque lo hizo con algo de vergüenza.

-Mookyul... -lo llamó, mirándolo con timidez. -Si consigo un promedio muy alto... ¿me llevarás de viaje de nuevo? Me habría gustado disfrutarlo más... -confesó, aún disgustado por eso.

La risa de Mookyul hizo que Roxas se sintiera algo avergonzado, creyendo por un momento que le había parecido estúpida su petición. Iba a retirarlo y a disculparse, pero entonces lo escuchó y sonrió. Todos esos lugares le apasionaban, y cualquier sitio le parecía bien si iba con su novio, sólo necesitaba estar con él, y tener recuerdos juntos. Suspiró por ese beso en su mejilla, asintiendo después, como un hijo obediente, cuando le dijo que llevara siempre consigo el móvil... y después sonrió ampliamente al escuchar esas últimas palabras.

Dejó la ropa de nuevo en la cama y abrazó a Mookyul, besándolo dulcemente, acariciando sus labios al separarse. Ahora, no quería ir a ninguna fiesta, deseaba quedarse y abrazar a su novio todo el tiempo, besarlo y repetirle esas lindas palabras una y otra vez. Pero había prometido a todos que iría, y, después de todo, era la vuelva de Jack... hace no mucho era con lo que soñaba todos los días, con que su mejor amigo volviera. Además... tendría mucho tiempo que disfrutar con su vampiro después... e incluso ahora, antes de la fiesta. Tenía aún un par de horas...

-Y yo te amo, Mookyul... -le respondió en susurros, besando sus labios en suaves roces. -Te amo, te amo, te amo, te amo... -repitió por cada vez que lo besaba.

Se separó y cogió toda la ropa que iba a ponerse, dirigiéndose al baño. Pero, entonces, miró a Mookyul y sonrió.

-¿Quieres ducharte conmigo? -preguntó inocentemente.

El baño era pequeño, de modo que Roxas se limitó a asentir con la cabeza cuando Mookyul le dijo que entrara primero, y así hizo. Asintió ante su advertencia, sabía que las fiestas eran peligrosas, pero él siempre trataba de tener cuidado, y, la verdad, desde que Jack no estaba, no salía tanto, y menos aún cuando conoció al vampiro. Pero Jack cuidaba de ellos, como un hermano mayor, por lo que Roxas sabía que no había nada que temer. Aunque la preocupación de su novio, de alguna forma, le agradaba; le gustaba saber que le importaba tanto como para preocuparse por él.

Lo miró sonrojado cuando entró, ya desnudó, y el agua comenzó a caer sobre sus cuerpos. Aunque ya había visto varias veces su cuerpo, Roxas seguía quedándose como hipnotizado mirándolo, pues le parecía tan hermoso y atractivo... Sacudió la cabeza y empezó a lavarse el pelo mientras escuchaba nuevas advertencias de Mookyul.

-Lo entiendo... pero no te preocupes. -respondió con una sonrisa, buscando tranquilizarlo. -Ya has visto a Jason, es muy responsable. Y Jack y Marco... sólo son muy sobreprotectores, eso es bueno, nadie que tenga malas intenciones se acercará a mí, ¿no crees? -añadió con una inocente sonrisa. -Te llamaré si algo malo ocurre, ¿sí?

Cuando aclaró su pelo, empezó a lavar el de su novio, poniéndose de puntillas para alcanzarlo, masajeando su cabeza con cuidado, como si en vez de lavar su pelo sólo buscara calmarlo. Mientras hacía esto, depositaba varios besos en sus labios, dulces y castos.

Sus mejillas enrojecieron por la advertencia del vampiro, y por el tono seductor de sus palabras supo perfectamente a lo que se refería. Y, por un momento, mientras respondía a ese profundo beso que le robaba el aliento, pensó en ignorar la fiesta, o en llegar tarde para besar y abrazar a su novio... y posiblemente algo más. Pero Mookyul se separó y Roxas supo que eso no haría gracia a sus amigos, de modo que terminó de lavarse y salió del baño secándose con una toalla.

Cuando escuchó la hora que era, se secó más apresuradamente. Iba a llegar tarde si no se daba prisa. Cogió la ropa y empezó a vestirse... aunque se detuvo cuando escuchó la pregunta del mayor. Cogió el colgante y se lo mostró para que pudiera verlo. No se lo había quitado desde que se lo regaló.

-Claro. ¿Cómo voy a quitármelo? Es... un regalo tuyo... -respondió, como si fuera algo obvio, sonriendo, mientras sostenía ese colgante ahora contra su pecho. Sacudió después la cabeza. -¡V-Voy a llegar tarde!

Se cambió rápidamente, y se peinó con sus dedos, pues su cabello siempre se mostraba algo rebelde, y los peines de poco servían. Cuando ya estuvo listo, cogió a Mookyul de la mano, entrelazando sus dedos, y tiró un poco de él para que salieran.

-¿Voy... bien...? -preguntó por el camino, agachando la cabeza con timidez, mirándose. En realidad, no le importaba si sus amigos lo veían presentable o no, no era algo que le hubiera preocupado nunca especialmente. Pero sí quería saber si Mookyul creía que iba... lindo, o simplemente bien.

Miró sorprendido a su novio al escuchar su respuesta, sonrió, y después bajó la mirada tímidamente, y muy sonrojado. De sus labios salió un débil "gracias" y no dijo nada más, sólo caminó hasta el bar sin soltar la mano de Mookyul en ningún momento, incluso la aferraba con más fuerza, como una muda petición de que no lo dejara ir, que lo subiera a la habitación y lo encerrara ahí hasta que él volviera de sus negocios. Pero no podía hacerle eso a sus amigos... y antes le molestaba eso, le molestaba que Mookyul no le dejara tiempo para sus amigos. Ahora le daba más libertades, no debería desaprovecharlas.

No esperó que Mookyul lo tomará asi de las mejillas, ni que le diera ese beso tan profundo, que hizo que cerrara los ojos y olvidara todo por esos segundos, hasta que se separó y soltó sus manos, despidiéndose de esa forma tan dulce, que hizo que Roxas volviera a sujetar sus manos con fuerza antes de que se marchara.

-Cuidate tú también... Te estaré esperando... -se despidió, empezando a soltar sus manos de nuevo. -Te quiero...

Cuando Mookyul se fue, Roxas tuvo un mal presentimiento, pero aún así, entró al bar, sintiendo enseguida el abrazado de Jack. Había estado muy cerca de la puerta, y Roxas se preguntó si habría estado escuchando...

-¡Oh, mi Roxas! Creí que tu novio no te dejaría venir... -dijo el pelirrojo con un tono de broma, mientras se apresuraba a coger las manos de Roxas y tirar de él hasta la barra. -¿Bebemos?

Pero, entonces, alguien los interrumpió.

-Entiendo que sea porque hayas vuelto, Jack, pero Roxas es menor de edad... y ya sabes lo mal que le sienta el alcohol. -los reprendió la voz de Jason.

-Vamos, es un día especial... -se quejó Jack con tono infantil, acercándole a Roxas una copa que ya había pedido, bastante cargada. -Bebe, Roxas... No va a pasar nada por una vez, además, puedo llevarte a la habitación si te sientes mal.

Roxas dudó unos instantes, pero después miró a Jack y se sintió más tranquilo. Nada podría pasarle si Jack estaba con él, ¿no? Bebió, algo despacio, mientras Jack hacía lo mismo, sólo que él de un solo trago. Jason bufó y se dio la vuelta, para buscar a Marco, aunque dudaba que este fuera a detenerlos.

Roxas se sobresaltó al escuchar el grito de su amigo y volteó a mirarlo, agachando la cabeza algo avergonzado. En realidad, no le gustaba beber, y empezaba a sentirse mareado, pero Jack no dejaba de insistir y no era capaz de decirle que no, después de todo, era su fiesta. Antes de poder decir nada, Marco se marchó, pero el pelirrojo no quiso dejarlo así y abrazó a Roxas, pegando sus mejillas.

-No te preocupes, Marco. Yo cuidaré muy bien de él... -lo dijo lo bastante alto para ser escuchado. -¿Verdad, Roxas?

Iba a responder cuando escuchó su móvil y se soltó rápidamente de su amigo para mirarlo. Sonrió al ver que era un mensaje de Mookyul... pero su rostro se volvió algo decepcionado al leerlo. Al parecer, tardaría en llegar. Jack se acercó a leerlo y una sonrisa ladina apareció en sus labios, aunque Roxas no se dio cuenta.

-¡Es estupendo, Roxas! Eso quiere decir que te dejará más libertad, ¡podremos divertirnos mucho!

Roxas no dijo nada, sólo vio como su amigo pedía otra ronda y suspiró. No le gustaba beber, y no sabía qué tenía de divertido eso. Miró el mensaje del vampiro y respondió, aunque ya se sentía algo torpe y tuvo que borrarlo para volver a escribirlo un par de veces porque no acertaba en las teclas.

"Entiendo. No te preocupes, y no te exijas demasiado. Te echo de menos..."

No pudo escribir más y tuvo que enviarlo, ya que Jack volvía con la bebida y no parecía dispuesto a aceptar un "no" por respuesta. Roxas volvió a suspirar y siguió bebiendo con su amigo.

Pasaron un par de horas y Roxas comenzaba a tener ganas de vomitar, pero seguía escuchando a Jack, tratando de mantenerse en pie. Por suerte, Jason se dio cuenta del estado de Roxas e inmediatamente el pelirrojo se ofreció a llevarlo a la habitación. Había algo que no gustaba nada al chico de las gafas, que se percató de que Jack le había quitado el móvil para dejarlo "accidentalmente" en el bar. No dudó en cogerlo y en buscar el número de Mookyul para dejarle un mensaje.

"Soy Jason. Roxas no se encuentra bien, yo que tú volvería. No me fío de Jack."

Mientras, Roxas y Jack habían llegado a la habitación del rubio, que tuvo que darle las llaves a su amigo para que le abriera la puerta. Al llegar, se sentaron en la cama, dónde Roxas se apoyó en el hombro de su amigo, sintiéndose demasiado mareado y aturdido como para sentirse avergonzado de hacer tal cosa. Y Jack tampoco se quejó, sólo sonrió ampliamente.

-Me has echado de menos, ¿verdad? -le susurró con tono seductor, a lo que Roxas sólo asintió con la cabeza, casi obedientemente. -Lo sé. Pero estoy seguro de que yo te extrañé aún más...

Tumbó al rubio en la cama y empezó a deshacerse de su ropa, con la excusa de que necesitaba una ducha, por lo que Roxas no sospecho nada y sólo se dejó hacer, hasta que su cuerpo se tensó cuando Jack vio la cicatriz que tenía en el estómago. Pero el pelirrojo no dijo nada, sólo la besó, haciendo sonrojar a Roxas.

-Pu... puedo hacerlo solo... Moo... Mookyul vendrá enseguida... -murmuró, empezando a sentirse algo incómodo por esa situación.

Jack sonrió, acercándose a su rostro. Apartó los mechones rubios que le impedían ver el rostro de su amigo y se acercó a sus labios, dejando un beso en ellos, suficiente para terminar de aturdir a Roxas. Puso el dedo índice en sus labios para impedirle decir nada.

-Eso espero... que llegue pronto y nos vea... -susurró con malicia antes de darle un beso más profundo, mientras sus manos aprovechaban para tocar el cuerpo que tanto ansiaba, mientras que Roxas se revolvía bajo su cuerpo, sin éxito y muy torpemente debido al alcohol.

Roxas seguía tratando de quitarse a su amigo de encima, pero nunca fue muy fuerte y ahora menos debido al alcohol, por lo que todos sus esfuerzos eran en vano. Cuando dejó de sentir la presión de Jack sobre su cuerpo, abrió los ojos, creyendo que este se había arrepentido, pero se quedó mudo al encontrarse con Mookyul, y no dijo nada, sólo dejó que lo llevara a su habitación. Cuando lo dejó en la cama, cerró los ojos con fuerza, esperando gritos, golpes, reproches... lo que fuera, pero no fue así, y en realidad Roxas lo hubiera preferido, pues las palabras del vampiro fueron realmente dolorosas. Trató de hablar, pero sólo alcanzó a negar muchas veces con la cabeza. Tenía que explicarle lo que había sucedido, tenía que aclarar las cosas... o perdería a Mookyul.

-N-No... no es verdad... -murmuró como pudo. -M-Mookyul... escúchame por favor... y-yo no...

No pudo hablar más, se llevó ambas manos a la boca, cerrando fuerte los ojos. Tenía ganas de vomitar y se sentía muy mareado. No recordaba que el alcohol le sentara tan mal, como tampoco esperaba que su amigo le hiciera algo así... Miró a Mookyul, con las manos en la boca, a punto de llorar por la impotencia que sentía. ¿Es que ni siquiera iba a ser capaz de arreglar las cosas? El vampiro no parecía querer escucharlo, y podía ver el dolor en sus ojos. Eso era mucho peor que verlo enfadado, dolía aún más... sobretodo porque ese dolor se lo había causado él, y comenzó a creer que no merecía ningún perdón, que el daño que acababa de hacerle al mayor era irreparable...

-Lo siento... -es todo lo que dijo, antes de salir corriendo al baño para vomitar.

Spoiler:

Roxas se quedó dormido y, a la mañana siguiente, al despertar y recordarlo todo, buscó a Mookyul por todos lados pero, tal y como temía, no lo encontró. Se había ido.

Ese día, el rubio no salió de la habitación del hotel, ni siquiera de la cama. Se escondió bajo las sábanas y, simplemente, lloró. Lloró durante horas, llamando al vampiro entre sollozos. Pero Mookyul no regresó.

Spoiler: