Secuestro [Roxas]

Había llegado antes de lo previsto al teatro, y ahora miraba hacia el suelo, algo sonrojado, mirando su ropa. Se había pasado horas eligiendo la ropa, además de que se había encargado de que fuera la ropa que Mookyul le eligió cuando fueron juntos a comprar durante aquel viaje. Esperaba que el vampiro no se diera cuenta, se supone que ahora eran sólo amigos y... eso no era muy normal para un amigo. Se había distraído tanto pensando en ello que no vio a lo hombres que se acercaban a él hasta que lo atacaron. Roxas gritó y trató de resistirse, pero en el momento en el que le inyectaron aquella droga quedó inconsciente.

Tardó en despertar, y aquel afrodisíaco hizo efecto en sus sueños. Sin darse cuenta, gimió en aquella cama, llamando a Mookyul en sueños en varias ocasiones... hasta que despertó. No recordaba lo sucedido antes de quedar inconsciente, y se extrañó de sentirse tan acalorado, con la respiración muy agitada... y ¿amarrado? Se miró, tumbado en la cama, desnudo... y varios hombres mirándolo de forma pervertida. Entonces lo recordó y gritó, cerrando sus piernas y sonrojándose al darse cuenta de que estaba excitado. ¿Por qué lo estaba?

-¿Q-Qué estoy haciendo aquí? -preguntó con miedo. -¿Quiénes sois vosotros?

Se revolvió en la cama, tratando de soltar sus manos, pero era inútil. Podía escuchar las risas de algunos de los hombres que estaban presentes, y eso lo avergonzó más. Estaban todos viéndole desnudo, excitado y amarrado a una cama. Y lo peor de todo era que no sabía por qué estaba en ese lugar, ni que iban a hacer con él... y prefería no pensarlo.

-¡Soltadme! ¡No quiero estar aquí! -gritó, empezando a desesperarse.

Podíamos ver como se movía tratando de soltarse así que mis hombres tan solo le miraban con una sonrisa burlona , que trataba de hacer …en sus condiciones no era capaz de ni siquiera soltarse o terminaría peor , de esta forma note como el afrodisiaco funcionaba por la simple razón de su excitación , me acerque un poco más a él y le cogí del mentón para después decir –Mi nombre es Alexander , soy francés …y mi competencia en negocios es Mookyul pero su punto débil eres tu –Solte una risa sínica para después agarrar y darle un trueque a mis dedos , se acercaron dos jóvenes a mi , uno de cabellos blancos y ojos de color miel mientras que el otro tenía el cabello negro y ojos camines …esto seria bueno , teóricamente seria humillado ante todos aquí presentes .
Para ser mas sincero aquellos jóvenes se llamaban Miko y el otro Takagi , Miko se acerco al chico de cabellos rubios y lo abraso , sujeto sus manos amarradas con fuerza , Takagi empeso a hacerle sexo oral mientras yo apretaba sus pezones con la punta de mis dedos , lo humillaríamos hasta morir , eso es lo que haríamos con el.

Aun me faltaba un gran tramo por llegar , solo esperaba no llegar tan tarde , en ese momento remarque el numero de Alexander a lo que uno de sus colegas me contesto o mejor dicho colocaron el teléfono cerca de alguien , podía escuchar gemidos y palabras extrañas entre esos gemidos escuche una voz clara que era la de ese imbécil ”Escucha como gime de placer

Miró con odio al hombre que le cogió del mentón, y pensó en escupirle en la cara, pero al escuchar la razón por la cual estaba allí no pudo hacer otra cosa que negar muchas veces con la cabeza, casi desesperado. Querían hacerle daño a Mookyul, y eso no podía permitirlo. Ya le había hecho mucho daño al vampiro, no pensaba hacerlo de nuevo... de modo que miró a ese tal Alexander casi suplicante.

-Te equivocas... él... yo... no somos nada... -apenas pudo decir con un hilo de voz, pues se quedó mudo al ver lo que se acercaba a él.

Se revolvió con más insistencia cuando esos dos hombres se acercaron, pero no pudo hacer mucho y menos cuando sintió los labios de uno de ellos ahí abajo, haciéndole gemir. Se sintió sucio por eso, y más aún cuando Alexander empezó a tocar sus pezones. Era horrible, y lo más horrible de todo fue que su cuerpo lo estaba disfrutando... y podía ver como el resto de hombres lo miraban y reían. Cerró los ojos con fuerza, mordiéndose el labio para no gemir. Sólo quería que todo eso terminara... que fuera una mala pesadilla, pero las risas no desaparecían y los gemidos terminaban escapándose de sus labios.

Abrió los ojos cuando volvió a escuchar a Alexander, y lo vio hablar al teléfono. Sabía muy bien quién estaba al otro lado... y no quería que lo escuchara. Mookyul... no podía permitir que viniera a buscarlo y se pusiera en peligro. Se revolvió con más fuerza, llegando a patear a Takagi y escupiendo finalmente en el rostro de Alexander.

-¡Mookyul! ¡No vengas! ¡Quieren hacerte daño! ¡Son muchos, no podrás con ellos! -gritó desesperado, esperando ser escuchado por el vampiro.

Si había algo en aquellos momento que podía hacerle sentir peor que lo que le estaban haciendo, era que Mookyul resultara herido, o peor... que lograran matarlo. No podía permitirlo.

Las palabras que grito el mocoso me enojaron , incluso el maldito escupidero que me hiso , enojado por lo que había hecho le di una cachetada mientras que takagi le había apretado mas las piernas para que las abriera , las manos de ese hombre se habían marcado incluso en la blanca piel del chico de cabellos rubios , le mire de forma enojada –Cierrra la boca-De ahí le di la señal a takagi quien enseguida se bajo el pantalón y dejo salir su pene erecto , pero antes de penetrar al pequeño de su bolsillo saco unas llaves la cual metió dentro del ano del menor desgarrando su interior , las blancas sabanas se tornaban roxas , yo Alexander con mi cinturo le empece a pegar en la espalda , brasos , hombros , en todos lados.

La vos de roxas me llego hasta lo mas dentro de mi alma lo que ocasiono que apretara mas el acelerador –Roxas …ya mero llego por favor esperame , por favor …soportalo , soporta esto por mi ¡Alexander no le hagas daño , no lo lastimes mas-Gritaba con desesperación ya que sabia que roxas podía oírme ya que el móvil estaba en altavoz

Se detuvo al sentir esa cachetada, pero pronto intentó revolverse de nuevo, tratando de cerrar sus piernas mientras Takagi las abría, pero finalmente no lo logró, aunque siguió resistiéndose cuando vio a ese hombre bajarse los pantalones. Gritó, se revolvió, trató de patear todo lo que encontraba, pero fue inútil. Una punzada de dolor lo paralizó, y sólo pudo gritar de nuevo cuando sintió que desgarraban su interior. Era un dolor insoportable, y su cuerpo empezó a temblar. Pero sabía que eso no era todo, y lo comprobó cuando Alexander empezó a golpearlo con el cinturón, haciéndole gritar aún más.

Negó muchas veces con la cabeza, desesperado y con lágrimas en los ojos, cuando escuchó a Mookyul de ese modo.

-No... no vengas... por favor, Mookyul... no... -pudo decir, aunque no fue capaz de gritarlo, su voz temblaba, al igual que todo su cuerpo, y trataba de reprimir como podía sus sollozos. No podía darle el gusto a esos hombres que lo rodeaban...

Otro grito desgarrador salió de sus labios cuando Takagi lo penetró. Pronto lo sintió entrar una y otra vez, sin compasión, de forma rápida y dolorosa, mientras que el resto lo miraban, haciéndole sentir horrible... y más horrible se sintió cuando se le escapó un gemido, entre gritos de dolor, debido a lo que le habían inyectado. Roxas se mordió el labio con fuerza, hasta hacerlo sangrar, cerrando los ojos, queriendo evitar todas esas miradas sobre él, en esa situación... Se sentía patético.

Los gritillos de ese chico rubio eran muy grandes por lo que agarre con un pedazo de tela y le vende la boca en ese momento , si algo odiaba mucho era el ruido y mas si es por mocosos como el ,takagi seguía embistiéndole duramente pero después de que termino de correrse dentro de el saco su pene y de ahí se coloco otro de los guardaespaldas repitiendo el mismo procedimiento , solo que unos le masturbaban de igual manera .Algunos penetraban tan fuerte a roxas que ocasionaban que sangrara mas su ano , sus piernas tenían moretones y todo su cuerpo igual , su miembro estaba ensangrentado ya que mientras le masturbaban lo rasguñaban , pellizcaban con sus uñas , cuando terminaron de pasar los 3 últimos hombres que lo follaron lo dejaron botado en la cama como si fuera una vil perra que abre las piernas a cualquiera .
Alexander se acerco a el y le dijo –Lo has disfrutado tanto que gemías de placer-Le dijo en un tono de burla mientras poco a poco pasaba su mano al miembro del pequeño , lo agarro y apretó levemente para después soltarlo , sus ojos se pasaron a otro de los guardaespaldas que no hacía nada más que mirar así que este sonrió con malicia y dijo –Cray de todos tu eres el mas salvaje en el sexo ..te gustaría probar ahora con el , solo que te lo haras en otro lado por que ahora no estoy de humor para verle –El joven fuerte y de apariencia dura , fría le acintio , paso por roxas y lo cargo como si fuera un costal… lo llevo atrás de las escenografías del teatro , este primero se quito los pantalones dejando ver su enorme miembro , de ahí tomo a roxas y sin darle tiempo para respirar lo metió su pene en su ano desangrado , estaban en una posición sentada por lo que el tenia acceso a sus pezones , empezó a pellizcarle mientras le penetraba rápidamente de ahí se aburrió y lo saco , para después tirar a roxas en el piso y cogerle de la boca para obligarle que le hiciera sexo oral mientras le metia sus dedos en el ano del pequeño , asi siguió hasta correrse en su boca , después cargo el cuerpo moribundo del pequeño y lo boto nuevamente en la cama , todos se reian del pequeño en esos momentos –Jefe …acabamos de ver al señor Mookyul que poco a poco se acerca a las entradas del teatro-Pronuncio uno de ellos



Caminaba lo mas rápido posible y al entrar a donde se encontraban ellos lo primero que notaron mis ojos fue el cuerpo de roxas –Hijos de perra …-estaba a punto de acercarme a Alexander cuando uno de los muchachos le apunto en la cabeza a roxas con una pistola , no me movi ni por un momento …no dejaría que lo lastimaran –Hola Mookyul …bueno te agradecemos por traernos a tu preciosura aquí …creme que todos nos hemos divertido con el , tiene un ano tan pequeñito y estrecho-Alexander se estaba burlando de mi y de roxas , me movi por un momento pero de ahí note que apuntaban mejor a roxas asi que mejor desisti de esos movimientos inaceptables –Alejate de el Alexander ..ahora ¡Vamos!-Le grite pero este me señalo que no y dijo –Quiero el dinero que me robastes –Solte una carcajada y dije –Tienes dos maletas en efectivo-Señale las maletas a lado mio , en pocos minutos empesaron a revisar pero de ahí la vos nuevamente de Alexander resonó –Y también quiero perforarte el estomago …me han dicho que incluso dejas que te disparen por salvarle-Recorde aquella ves , asi que asentí , en ese momento dos balas calleron en mi estomago pero una ves que estallaron en mi estomago saque mi arma y le dispare dos certeros a Alexander , uno en el pecho y otro en la entrepierna –Para que aprendas a respetar lo que no es tuyo-Recrimine , camine rápidamente cogi a roxas y Sali de ahí , acoste a roxas en el asiento de atrás mientras arrancaba el carro …maneje a toda velocidad hasta llegar a uno de mis departamentos , ahí entre y acoste a roxas en la cama mientras me dejaba caer de igual manera en esta …mi sagre manchaba las sabanas de un tono carmín.

Roxas ahogaba sus gritos contra la tela que le habían atado a la boca, sintiéndose incluso con ganas de morir cuando el primer hombre terminó dentro de él. Era asqueroso... no era Mookyul, y se sentía sucio por ello, pero, por un momento, se sintió más tranquilo pues creía que todo había acabado. Al sentir que otro hombre lo penetraba comprobó que no fue así. Roxas comenzó a sentirse muy cansado, pero esos hombres no parecían querer parar, lo penetraban con fuerza, haciendo que sangrara, y ahogaba los gritos y quejidos de dolor en la tela que tapaba su boca cada vez que lo rasguñaban. Sintió como terminaban en su interior una y otra vez, sintiéndose cada vez más sucio... como una puta, como Mookyul llegó a considerarlo una vez. Se preguntó, entonces, qué pensaría Mookyul cuando llegara y lo viera... no quería que lo viera así, ni que supiera todo lo que le habían hecho. No sería capaz de mirar al vampiro a los ojos...

Lloró y negó muchas veces con la cabeza cuando Alexander le dijo que lo había disfrutado. No sabía qué le ocurría a su cuerpo, pero él mismo se había dado cuenta de que había gemido y que incluso había llegado al orgasmo en una ocasión. No entendía por qué había sentido placer por algo así, pues no sabía qué le habían inyectado. Cerró los ojos, dispuesto a descansar, cuando escuchó que llamaba a un hombre más, y, por lo que decía, no iba a dejarle descansar. Cerró más fuerte sus ojos y trató de resistirse, pero fue en vano, estaba ya muy débil, había perdido mucha sangre y Cray logró cargarlo con facilidad.

Nuevamente ahogó sus gritos en la tela por cada embestida que recibía. No abrió los ojos en ningún momento, y siguió llorando mientras aquel hombre lo embestía una y otra vez. Se sintió aliviado de que lo apartara, pero lo que llegó después fue aún más desagradable. Aunque trató de resistirse, no le quedó otra que mantener ese miembro en su boca, tosiendo y escupiendo cuando Cray se corrió en su boca. Era asqueroso... y pronto escuchó las risas de todos los presentes, pero se limitó a mantener los ojos cerrados y llorar... hasta que escuchó la voz de Mookyul.

No se atrevió a mirarlo en ningún momento, y sólo abrió los ojos cuando escuchó a Alexander decir que lo dispararía. Negó muchas veces con la cabeza, suplicando con la mirada que no lo hicera, pero Mookyul asintió y Roxas cerró fuerte los ojos para no ver cómo lo disparaban. No pudo aguantar más la consciencia, y cuando abrió los ojos de nuevo se encontró con Mookyul en la cama, y las sábanas manchadas con su sangre.

Lloró, lloró nuevamente sin poder evitarlo, gateando con dificultad hasta quedar pegado a su lado, llevando su mano a la mejilla del mayor, acariciándola lentamente.

-Te dije... que no vinieras... -murmuró entre sollozos. -Te han herido... por mi culpa... ¿Por qué? No éramos nada, Mookyul... no tenías por qué venir a buscarme... A alguien como yo... que ni siquiera merece mirarte a los ojos...

Buscó en sus brazos alguna herida, y no dudó en encontrara. Aún sangraba, de modo que la llevó a los labios del vampiro, esperando que bebiera. No sabía si eso lo curaría... pero no sabía qué más hacer, y no esperaba poder moverse demasiado, le pasaba el cuerpo, y sabía que no tardaría en quedar inconsciente de nuevo.

-Bebe... por favor... -suplicó desesperado. -No... no te mueras... por favor... por favor... -siguió suplicando entre sollozos. -Es... es todo culpa mía...

Solte una leve risa cuando dijo aquello , la verdad que es lo que proponía roxas , que lo abandonase asi como si nada , a su suerte , como si el no me importara nada …realmente no podía hacer eso por la simple razón de que para mi era todo , no conteste ninguna de sus preguntas , reclamos o palabras hasta que termino de hablar y dije levemente –No tomare de tu sangre roxas …pronto cerraran las heridas por el contrario fui por ti por que eres mi única razón de existir ..hare y desharé lo que sea necesario …ahora hasme caso , date un baño caliente , ire al otro baño a ver que hago con mis heridas –Me levante con cuidado , poco a poco mis pasos resonaban en la habitación , llegue al otro baño y me di una ducha rápida , ahí saque las balas , saliendo de ahí me vende la parte de las herdias y me tire en el sofá …por alguna razón sentía que todo mi cuerpo pesaba y me sentía mas culpable por lo que sucedió .

Mookyul rechazó su sangre, y cuando Roxas quiso insistir, quedó mudo por las palabras del vampiro. Que sacrificara tanto por él, que pese a todo lo que había sucedido lo siguiera queriendo... Roxas se sentía cada vez más indigno de ese amor, pues Mookyul siempre lo salvaba y él no había más que causarle problemas.

Una molestia... como siempre, se sentía una molestia.

Vio al vampiro levantarse e ir al otro baño, y trató de hacer lo mismo, levantándose con dificultad entre quejidos de dolor, y sintiendo la sangre deslizarse por sus muslos... junto a otros fluídos en los que prefería no pensar. Caminó lentamente hasta el otro baño, y, al mirarse al espejo, lloró nuevamente, de forma desconsolada.

Lo que veía en su reflejo, ese cuerpo lleno de golpes y heridas, de marcas... junto a la sangre entre sus piernas... Lo que Roxas veía en el espejo era al ser más despreciable del mundo, alguien que acababa de dejar que varios hombres lo violaran como habían querido, y que no hacía más que dañar a la persona que supuestamente amaba. Con rabia, golpeó al espejo, casi rompiéndolo, dejando que la sangre ahora corriera por sus nudillos... y se dirigió al baño. Llenó la tina de agua caliente y se metió en ella, encogido por el dolor y la vergüenza. ¿Cómo había podido mirarlo así Mookyul? Las lágrimas no dejaban de caer de sus mejillas y era incapaz de reprimir los sollozos pese a que se sentía muy débil.

-Lo siento... lo siento tanto, Mookyul... -se repetía una y otra vez en su llanto desconsolado.

Se mordió el labio, reprimiendo los sollozos, cuando escuchó la voz de Mookyul al otro lado de la puerta. No respondió, no se atrevió a decir nada pues sabría que sus sollozos escaparían... y no quería que se sintiera mal por él, por alguien que no merecía esa preocupación. Pero supo que era tarde para eso, Mookyul ya estaba preocupado y, peor aún, se sentía culpable de lo que había pasado. Dio un pequeño bote, reprimiendo un quejido de dolor, cuando escuchó que golpeaba la puerta, y que finalmente se iba, y Roxas sabía que destrozado.

-No... no tienes la culpa de nada... -murmuró débilmente, abrazándose con fuerza, aunque le doliera.

Se quedó unos minutos más así, hasta que decidió lavarse. Incluso el jabón sobre su cuerpo dolía y escocía, pero trató de soportarlo, pues tenía la necesidad de lavar cada centímetro de su cuerpo. Se sentía sucio, muy sucio... y los recuerdos de lo sucedido en aquel lugar atacaban su cabeza de forma dolorosa. Se lavó la cara y, al no encontrar ropa suya, se puso un albornoz, cubriendo su cuerpo, asegurándose de que no se veía nada. No quería que nadie viera su cuerpo, y menos Mookyul... seguro que le resultaba vomitivo en esos instantes.

Salió del baño y buscó las pastillas del dolor que le dijo el mayor, tomándolas, y encontrándose con él en la sala, viéndolo totalmente abatido. Se acercó a él, incapaz de mirarle a los ojos, sentándose en el suelo, aferrando con fuerza el albornoz que lo cubría y sin apartar la mirada del suelo.

-No ha sido culpa tuya, no sabías que esto iba a pasar... -murmuró. -No debiste venir a buscarme... ahora estás herido... -añadió, mirando la herida de su estómago con inmensa preocupación.

Se volvió a levantar, con cuidado, y se acercó a la herida del vampiro, besándola con ternura, como si eso pudiera curarla, y se sentó en el sofá, a una distancia prudencial. No debió hacer eso, ellos ya no eran nada, no tenía derecho a tocarlo o besarlo... ni a que lo hubiera salvado.

-Me lo merecía. -dijo con decisión. -Todo lo que me han hecho... me lo merecía... por todo el daño que te hice estos meses...

Ese beso en sus labios lo sorprendió, y miró a Mookyul sintiendo que podría llorar de pura felicidad. ¿Le había besado? Las siguientes palabras que escuchó le hicieron saber que el vampiro no se había olvidado de él, que aún lo amaba, que quería permanecer a su lado... que el sentimiento de amor que aún conquistaba su corazón seguía siendo correspondido. Pero sintió su cuerpo tensarse casi involuntariamente cuando tocó sus mejillas, y aferró con más fuerza aún el albornoz. No podía ver su cuerpo, no debía permitirlo...

Pero el miedo dominó su cuerpo, haciendo que temblara, cuando Mookyul siguió tocándolo. Era Mookyul, sabía que era él, no debía tener miedo... pero el recuerdo de esos hombres tocándolo, manoseándolo, volvieron a su cabeza, y Roxas supo que el vampiro se dio cuenta por sus palabras, pero alcanzó a negar con la cabeza. Así como negó aún más veces cuando volvió a culparse.

-¡No! Nada es tu culpa, no quiero que te culpes... yo... a mí no me importa que mi vida corra peligro, no si estoy contigo. -confesó, cogiendo la mano de Mookyul, entrelazando sus dedos. -Me esconderé, tendré más cuidado... si quieres seguir teniéndome a tu lado.

Desvió la mirada y, aún temblando y asustado, se deshizo del albornoz para que Mookyul pudiera ver su cuerpo. En ningún momento lo miró, se sentía completamente avergonzado. No quería saber la expresión del rostro de Mookyul en esos instantes.

-¿Vas a poder seguir amándome... sabiendo lo que he dejado que me hagan? Deberías querer matarme... deberías odiarme... -agachó su cabeza, sonriendo con amargura. -Tenías razón... no soy más que una... puta...

Miró confundido al vampiro cuando este empezó a caminar hacia la cocina. Pensó que, tal vez, le resultaba repugnante verlo desnudo ahora y agachó la cabeza, queriendo llorar nuevamente. Pero Mookyul volvió, para sorpresa de Roxas, con un cuchillo que luego usó para cortarse. Lo miró con miedo, y tristeza al ver ese vacío en sus ojos, y al escuchar sus palabras.

Al verlo sentarse en el sofá, no lo dudó, se levantó y cogió su albornoz, agachándose al quedar a su lado y rodeando la herida con una de las mangas de la prenda, presionando para evitar que siguiera sangrando. Haberse movido tan rápido le causó una fuerte punzada de dolor en su entrada y sus piernas, pero no le importó. No quería que Mookyul se hiciera más daño, y menos si era por su culpa.

-No vuelvas a hacer eso... -murmuró débilmente. -¿Sabes que es lo que más me ha dolido de todo? Que te hicieran daño a tí... y escucharte cuando respondiste al teléfono... Temía que te hicieran daño, que te mataran... y que yo no pudiera hacer nada por evitarlo.

Se le escapó un sollozo y se abrazó al hombro herido de Mookyul, incapaz de reprimir las lágrimas. Sabía que el vampiro odiaba ese tipo de cosas, pero no había podido evitarlo.

-Te amo... nunca he dejado de amarte, Mookyul...

Dio un pequeño respingo al escuchar gritar a Mookyul, asustado. No se miró aunque el vampiro se lo dijo, no quería verse, era repugnante y lo sabía... pero, lo que más le dolía, era que eso hacía sentir mal a Mookyul. Se mantuvo con la cabeza agachada, sin decir nada, escuchando los gritos y amenazas del mayor, queriendo llorar de nuevo, hasta que este se dejó caer al sofá.

-No es verdad... no es culpa tuya, Mookyul... ¿Cómo ibas a saberlo? -le dijo, desesperado porque dejara de sentirse así.

Se levantó, sin vacilar, y se sentó sobre las piernas de Mookyul, reprimiendo un quejido de dolor. Cogió la mano del vampiro y la llevó a su mejilla, acariciándose con ella. Sonrió. No podía sentir asco si Mookyul lo tocaba, no era el mismo tacto. Aunque recordaba que, al principio, Mookyul era rudo con él... jamás lo fue tanto, y menos ahora. Era dulce, muy dulce... no tenía ninguna comparación. Apartó esa mano de su rostro y la besó con ternura, para ir bajándola por su pecho, dejándola en su corazón. Incluso el roce de la mano del vampiro sobre su cuerpo le dolía, pero no le importaba, porque era su mano...

-No puede darme asco que me toques... tú nunca me tocaste como ellos lo hicieron... ni siquiera cuando creí que me odiabas... -murmuró, aún sin atreverse a mirarle. -Me has salvado, ¿no? Si no hubiera sido por tí, ya no estaría hablando contigo, ¿verdad? No debes sentirte culpable por nada. Te quiero, Mookyul, y no me importa cuántas veces sea herido, si sé que vendrás a rescatarme.

Se acercó a los labios de Mookyul, besándolos de forma lenta y dulce, bajando después a su cuello, que esta vez besó tímidamente, quedando escondido en él después.

-Mookyul... quiero... me gustaría... que me hicieras el amor... -pidió, casi en susurros, tímido. -Por favor...

Sabía que dolería después de todas las heridas que le habían causado, y de lo que le habían hecho. También temía que el vampiro no quisiera hacerlo sabiendo que otros ya se lo habían hecho... pero lo necesitaba. Necesitaba que, de alguna manera, Mookyul lo limpiara de todo eso. Necesitaba su amor, y su calor... más que nada en aquel momento.

-Te necesito a tí, Mookyul...

Negó levemente con la cabeza por las palabras del vampiro. ¿Hacerle daño? Sabía que Mookyul no lo haría, conocía a la perfección sus sentimientos, más ahora que había hecho tanto por salvarlo. No iba a hacerle daño, en absoluto. Y, en caso de que así fuera, no le importaría, pues lo merecería. Por no ser lo suficientemente prudente, o fuerte...

Dejó que lo tumbara en el sofá y respondió a sus besos y caricias, pues realmente hacía demasiado tiempo que no los sentía. Tan maravillosos, tan cariñosos... parecía realmente que había pasado una eternidad desde entonces. Sonrió al escuchar esa petición, tan diferente a las de sus primeras veces, y separó sus piernas obedientemente, sin dudar... y deseoso.

Un gemido escapó de sus labios cuando empezó a lamer su entrada, introduciendo su lengua.

-A-Ah... Mookyul... -fue todo lo que dijo, sujetándose al sofá, sintiendo un placentero escalofrío. -Si... sigue... estoy bien... muy bien... -aseguró con dificultad.

Lo miró, como pudo, preguntándose si le resultaría asqueroso lamer un lugar que ya no era suyo, que había sido poseído por demasiadas personas. Personas que Roxas no conocía, personas que le causaban auténtica respulsión al recordarlas. Se mordió el labio, tratando de ignorarlo, pero le resultó imposible no hacer esa pregunta que rondaba su cabeza...

-¿No... no te resulto asqueroso? Ahí... ahí... antes... me han... -no fue capaz de decirlo, sólo desvió la mirada, muy avergonzado.

Seguía lamiendo esa zona completamente vulnerable para roxas , en ese momento escuche lo que dijo así que me separe de ese entorno tan lujurioso y donde el pecado se hacía cada vez más evidente , le mire delicadamente y dije –Tu eres mío , yo pose tu virginidad roxas , poseo tu cuerpo desde el primer día que nos conocimos ..no te subestimes por esos imbéciles ..Nunca me darás asco porque eres la persona a quien amo- Sonreí delicadamente mientras le daba un beso en sus labios delicados.
Baje nuevamente y esta ves hice otra cosa , le practique el producto del pecado , le realice sexo oral , mi lengua apretaba la punta de su pene cada ves mas fuertemente mientras escuchaba los gemidos de placer.

Las palabras del vampiro tranquilizaron a Roxas, que le devolvió la sonrisa, sintiendo ese beso tan delicado en sus labios. Era imposible comprar a Mookyul con lo sufrido hacía unas horas; el vampiro lo trataba como si fuera frágil, como si pudiera romperse -aunque así era en aquellos momentos-, mientras que antes se había sentido como si no valiera nada, aún peor que en sus primeras veces con Mookyul.

No esperó lo que hizo después, y gimió de puro placer al sentir los labios y la lengua de Mookyul ahora en su entrepierna. Sus piernas temblaron y sus manos, ahora acariciando el pelo del mayor, temblaban del mismo modo. Quiso decir algo, pero de sus labios sólo salían gemidos, jadeos y suspiros. Sólo podía hacer eso, gemir de placer ante su amado vampiro y olvidarlo todo...

-Gra... gracias... -pudo decir, al fin. -Gracias... por... ahm... por quererme...

Cerró los ojos, para disfrutar más de esas placenteras sensaciones que Mookyul provocaba en su cuerpo, aún acariciando sus cabellos, incitándole a seguir.

-Te amo... te amo, Mookyul...

Roxas no dejó de gemir por esas deliciosas atenciones que recibía su miembro, mirando a Mookyul confundido cuando este se detuvo, pero suspirando después al sentir sus labios y su lengua en sus pezones. Se dejó llevar, gimiendo y suspirando hasta que sintió la durezca del vampiro rozar su entrada. Era sólo eso, un roce, pero todo su cuerpo se tensó y empezó a temblar después. Aún tenía miedo...

Debía superarlo, o eso pensaba Roxas, necesitaba superarlo. Era Mookyul, se trataba de su amado vampiro, y no de esos asquerosos hombres. Necesitaba que Mookyul lo limpiara de todo eso, necesitaba sentirlo. Pero ahora sabía que no se atrevería; Mookyul había dicho que no quería dañarlo, y Roxas no había sido capaz de ocultar su expresión asustada. De modo que sólo le quedaba una opción...

-Por favor... -susurró, suplicante, mientras se acercaba a su oreja para lamerla, algo avergonzado, pues rara vez hacía esas cosas. -Por favor, Mookyul... hazme el amor. No me importa... ser dañado... necesito sentirte... Necesito sentirte para olvidar todo esto. Necesito saber que no te doy asco...

Note como se estremeció , aun permanecían los recuerdos desgarradores en su mente …me dolía le hecho de que yo haría que retomara esos recuerdos , hacerle daño a la persona que mas amas es desgarrador y eso lo se en este momento , sentir la carne desgarrada en el musculo mas débil que jamás pensaste tener es …matador.
Sin mas al escuchar las palabras de roxas me hicieron dudar , hacerlo porque lo necesitaba o no hacerlo porque lo heriría más de lo normal , dude por muchos momentos el hacer esto y al final no pude , me aleje de roxas y acomode mis ropas , necesitaba pensar un poco mas . Me sente a lado de el y sin ninguna necesidad mas que abrasarlo lo aferre a mi cuerpo , le abrase dulcemente –Todavia no haremos esto hasta que estes mejor , siento como si te estuviera forzando demasiado a algo que por instinto le temes …-Le bese delicadamente y bese sus labios suavemente , me separe de el un poco –Te amo ..eso recuérdalo y por ti soy capas incluso de matar pero no soy capas de dañarte-