Drama [Roxas ]

Negó levemente con la cabeza, de forma casi imperceptible, cuando le sugirió decirles que Moonkyul era modelo. No le gustaba mentir a sus amigos, aunque no les contara nada, prefería guardar silencio antes que hacer algo así. Lo miró sorprendido cuando escuchó el resto. Desconocía que tuviera también trabajos en esos aspectos, y trató de imaginarlo como modelo... aunque apartó ese pensamiento de su mente y sacudió la cabeza al darse cuenta de que debía de haber puesto cara de idiota.

Volvió a escuchar hablar a Moonkyul, sin saber si asustarse. ¿Cómo sabia lo de ese trabajo? Cierto era, que hoy mismo le habían llamado ofreciéndole ese trabajo, pero había sido incapaz de dar una respuesta. No le entusiasmaba demasiado la idea y, aunque le habían ofrecido una buena cantidad, se sentía incapaz de posar con... ese tipo de ropa. Y había estado convencido en su momento de que eso enfadaría muchísimo a Moonkyul.

-¿Cómo sabes eso? -preguntó, entre sorprendido y asustado, aunque no tardó en darse cuenta. -¿H-Ha sido cosa tuya?

Desvió levemente la mirada, con sus mejillas muy sonrojadas. Si todo había sido cosa de Moonkyul... tendría que aceptar el trabajo, ¿verdad? Suspiró, volviendo a mirarle.

-Me llamaron... pero dije que debía pensarlo. -respondió. -Nunca había aceptado ese tipo de trabajos... -añadió, con cierto temor a la reacción del mayor. -P-pero... puedo intentarlo...

Cuando escuchó lo que dijo Moonkyul, abrió mucho sus ojos y su rostro no se pudo tornar más rojo. Lo miró, sin poder creer lo que había escuchado. ¿Qué sería él? La imagen que vino a su mente, de él tratando de incitar al vampiro, casi le hizo tener que taparse el rostro con sus manos. Nunca había hecho algo como eso, y el hecho de que tuviera que hacerlo con Moonkyul sólo le ponía más y más nervioso. Aunque, bien pensado, era lo lógico, de no ser así probablemente Moonkyul le hubiera hecho hacer ese trabajo.

-¿E-Eso... quiere decir que... t-tendré que...? -comenzó a preguntar, aunque calló, pues conocía la respuesta.

Frunció el ceño, todavía sonrojado, incapaz de mirarle. Estaba convencido de que a él todo esto le divertía, pero para Roxas era algo complicado. Siempre rechazaba ese tipo de trabajos, odiaba que lo vieran desnudo. Al igual que le ocurría con todo lo suyo, no le gustaba su cuerpo. Era delgado, demasiado para un chico, y sus músculos ni siquiera estaban definidos.

Abrió la boca para decirle que no pensaba hacerlo, pero otra idea pasó por su cabeza. Si no lo hacía, Moonkyul igualmente haría ese vídeo, ¿no? Probablemente, con otra persona. Otro hombre que lo incitaría. El rostro de Alex llegó a su mente como una puñalada, y apretó sus labios algo molesto.

-Lo haré. -dijo con decisión. -No puede ser tan difícil... Sólo son unas fotos... y un vídeo... -añadió, más para anirmarse a sí mismo que para convencer a Moonkyul de que su propuesta no le asustaba.

Empezó a comer, buscando distraerse y no pensar en su nuevo trabajo.

Negó muchas veces con la cabeza cuando mencionó que podrían buscar otro modelo. Sabía que eso estaba divirtiendo mucho al vampiro, pero no le importaba. La sola idea de imaginar a otra persona haciendo ese vídeo con él le hacía sentirse mal, igual o más que cuando lo vio con su ex-novio. Iba a hacer ese trabajo, sin importarle lo más mínimo lo que tuviera que hacer, aunque fuera eso lo que Moonkyul esperara, aunque lo hiciera a propósito para divertirse. Si podía evitar que estuviera con otras personas, lo haría.

-Estoy muy convencido. -aseguró, muy serio, casi desafiante.

Le sorprendió después el tono serio que usó Moonkyul para hablarle, y más aún sus palabras. ¿Le estaba ofreciendo ser libre? Eso significaba volver a su vida antes de que... bueno, lo violara. Significaba volver a su pequeño apartamento, estando solo todos los días, estudiando, o simplemente tumbado, pensando en si el Mundo estaría mejor sin él. Sacudió la cabeza por ese pensamiento. No podía decirle que lo necesitaba, que quería que permaneciera a su lado... no sabía si todo esto podría ser otro truco suyo...

-No tengo intenciones de volver a vivir como antes... -respondió, cuidando sus palabras. -Si piensas que me arruinaste la vida ese día, estás muy equivocado. -añadió, tratando de sonar indiferente, aunque su voz tembló un poco. -¿Te has aburrido de mí? -preguntó después, incapaz de ocultar el miedo de su voz.

Se sintió algo intimidado por la mirada desafiante de Moonkyul, pero no apartó la mirada. Su libertad... En realidad, a Roxas eso no le importaba. Después de todo, su vida nunca le había importado demasiado. Y... no podía negarlo, no quería que el vampiro desapareciera de su vida, quería tenerlo a su lado todo el tiempo que fuera posible. Pero no podía decirle eso, menos cuando escuchó que lo llamaba juguete de nuevo... Sus misterios, como si su vida hubiera sido interesante alguna vez... Sonrío, aunque fue una sonrisa algo amarga.

-Mi libertad no es algo que aprecie especialmente... -respondió al fin. -Me quedaré hasta que "saques todos mis misterios", si es que crees que los tengo y que puedes descubrirlos. -añadió, algo desafiante.

No iba a negarlo, le había molestado que lo tratara de "juguete". No se acostumbraba, pero si eso era lo que le mantendría a su lado, lo aceptaría. Era la primera vez, probablemente en toda su vida, que Roxas deseaba algo de verdad, y eso que deseaba era estar al lado de Moonkyul, por estúpido y masoquista que pareciera. Y si se sentía atraído por sus supuestos misterios, él conseguiría que ese interés continuara todo el tiempo que pudiera alargarlo...

Note su disgusto habia que admitirlo enjado se veia cojonamente lindo , como si se tratase de un pequeño zorrito enojado este tipo de cosas era lo que me agrdaba demaciado de roxas , sus palabras fueron acertivas y jamas se fue a vacilar con alguna de ellas , sin duda me pondria a reir si fuera nececario en este mismo momento pero no lo haria por respeto .
Mis ojos se tornaron desafiantes y sadicos , en vos tenebrosa dije -Si te enojo algo no miento simplemente acepta lo que eres-Dije mas severo que nada , se que le doleria pero en estos momentos mi mente era una maraña no sabia por que lo trataba bien y despues de una forma mas vulgar , me levante de la mesa y me aserque mas a el le tome de la barbilla de manera fuerte y alze su menton para que pudiera ver ese cuello blanquecino ...simplemente hermoso .

Acerque mis comillos y perfore4 su piel

Roxas pudo notar ese cambio en la mirada del vampiro, y pudo sentir que toda su confianza se rompía como un cristal, más aún al escucharlo. Claro que lo aceptaba... ¿Qué esperaba? ¿Que Moonkyul se enamorara de él? Eso era una idea patética, y había sido educado para no tener ese tipo de ideas. Agachó la cabeza, como disculpándose por aquella osadía, hasta que escuchó cómo se levantaba de la mesa, y lo observó confundido. ¿Qué pensaba hacer? Fuera por lo que fuese, su cuerpo se tensó, y sus piernas temblaron, asegurándole que no sería nada bueno.

Alzó su mirada cuando Moonkyul le obligó, y mordió sus labios para reprimir un pequeño grito al sentir los colmillos del vampiro perforar su piel. Aún no se acostumbraba, se tensaba mucho, dolía... y, aunque no iba a admitirlo en voz alta, le gustaba... un poco. Cerró con fuerza sus ojos unos instantes, hasta que se acostumbró al dolor y los dejó entreabiertos.

-Yo... si acepto... lo que soy... -murmuró entonces. -¿Acaso crees... que espero algo más? ¿Que te necesito? ¿Que me estoy... enamorando de tí? -apretó sus puños con fuerza, escuchando cómo le temblaba la voz. -Eres... un egocéntrico... y yo no soy tan estúpido como piensas...

Mentía, incluso él se había dado cuenta de que empezaba a necesitarlo a su lado de una forma desesperante, de que se estaba enamorando irremediablemente de él. Pero sabía que Moonkyul se reiría en su cara si admitía eso, y no pensaba darle el gusto. Aún seguía enfadado, era la primera vez que estaba enfadado con alguien de verdad...

Se le escapó un gritito cuando sintió los colmillos de Moonkyul perforar aún más su piel. Le dolía... y empezaba a sentirse algo débil, se estaba pasando, nunca bebía tanto. Quiso soltarse, pero el agarre que hacía en su cuello y sus caderas era más fuerte. Le estaba haciendo daño, y empezó a revolverse como pudo, sin éxito. Aquello le sonaba tan terriblemente familiar, que empezó a asustarse...

-M-Moonkyul... ¡p-para...! -pidió, notando su voz temblar por el pánico. -M-Me... me estás haciendo daño...

Se dio cuenta de la idiotez que había dicho. ¿Y qué le importaba al vampiro si lo dañaba? Como si lo mataba bebiendo su sangre... Siguió tratando de revolverse, pero eso sólo le dolía más, y terminó cediendo, más por el cansancio que porque quisiera que siguiera bebiendo de él. Empezaba a marearse, le costaba mantener los ojos abiertos...

-No... volveré... a hablarte... así... -prometió, esta vez con un débil susurro, como si Moonkyul hubiera logrado arrebatarle la vitalidad, y ahora sólo podía comportarse de forma sumisa.

Al final, Moonkyul se soltó, e inmediatamente Roxas se llevó una de sus manos al cuello, justo encima de la herida, reprimiendo pequeños quejidos. Pero todo su cuerpo se tensó y se quedó mucho cuando escuchó aquel grito. ¿Por qué le pedía eso? ¿Acaso... era peligroso ahora? Miró sus ojos, tenían un tono rojizo, lo miraban como aquella vez... en el lago. Tembló sólo de pensarlo y asintió débilmente.

Se levantó como pudo, tambaleándose, le faltaban fuerzas, pero pudo ir hasta el baño. No quería que se repitiera, no quería que Moonkyul lo dañara hasta ese punto. Cerró la puerta del baño tras de él y limpió la sangre de su cuello con el agua, pero tuvo que sostenerse para no caer. Sus ojos se cerraban, y mojó su rostro varias veces para evitarlo. No podía ni siquiera mantenerse en pie, y, no iba a negarlo... estaba preocupado por Moonkyul.

Avanzó hasta la puerta, dispuesto a abrirla de nuevo e ir a buscarlo... pero se dejó caer en el suelo. No podía, su cuerpo se sentía demasiado cansado... y él tenía miedo. Sus piernas flaqueaban y temblaban, negándose a ir hacia él.

No tardó en escuchar que algo arañaba la puerta, algo que confirmó instantes después que era Moonkyul. Escuchó sus gritos, y el temblor de su cuerpo se intensificó. Ahora, el vampiro le daba auténtico miedo, y ya no sabía si debía obedecer sus palabras o no. Lo que sabía, era que, una vez entrara, estaría muerto. Tragó saliva y se colocó de espaldas a la puerta, apoyándola en esta. Aún estaba sentado, y se encogió un poco para poder abrazar sus rodillas, mientras seguía escuchando como Moonkyul arañaba la puerta...

-D-dijiste que no te abriera... -le recordó. El miedo podía notarse claramente en su voz, temblaba, y sonaba muy débil.

Pensó en abrir la puerta. Tal vez, si no fallaba, si era rápido, si no vacilaba en ningún momento... podría salir corriendo de allí. Pero sus piernas temblaban demasiado como para intentar siquiera salir de ahí, y no podía mantenerse en pie tal y como se encontraba. Y si Moonkyul entraba por sus propios medios, tal vez fuera peor... quizás sí debería abrirle, pero ni siquiera se sentía con fuerzas de hacer eso.

Su rostro era aún más pálido que de costumbre, y su pequeño cuerpo encogido temblaba. No podía hacer nada, se sentía impotente, y cada vez más débil. Podía notar pequeñas gotas de sangre deslizarse por su piel.

-M-Moonkyul... -lo llamó, y se sintió estúpido. Casi parecía que le estuviera pidiendo que lo salvara. ¿Cómo iba a salvarlo si era él mismo quién podría matarlo?

Siguió escuchando los gritos de Moonkyul, y tuvo que taparse los oídos para no seguir escuchando, o terminaría abriéndole la puerta. Pero no fue necesario que lo hiciera, el golpe en la puerta sí llegó a sus oídos, y los temblores de su cuerpo se hicieron aún más notables, más cuando sintió que lo tiraba del pelo y lo llevaba al sofá. Trató de zafarse como pudo, pero era imposible teniendo al vampiro encima. Pudo ver su sonrisa, esa sonrisa que le dedicó la vez que lo violó... y su rostro palideció aún más, si es que era posible.

-N-No... n-no... Moonkyul... no... -suplicó, temblando por el miedo que sentía en esos momentos. -Otra vez no...

Su cuerpo no dejaba de temblar, y en su rostro podía verse el pánico que sentía en ese mismo instante. Los recuerdos de aquella noche en el lago lo golpeaban como puñetazos, le recordaban qué era lo que iba a pasarle ahora. No quería eso, y de nuevo las palabras de ese tal Alex retumbaron en su cabeza de forma dolorosa, junto a los insultos que Moonkyul solía dedicarle cuando estaba enfadado o sólo quería molestarlo.

No podía hacer nada para evitarlo, su cuerpo estaba débil, y Moonkyul era mucho más fuerte que él. Sólo cerró los ojos, deseando que esta vez no pudiera soportarlo y quedara inconsciente...

Cerró sus ojos con más fuerza aún cuando sintió cómo le rompía la ropa, como aquella vez... Tembló aún más, deseando que todo aquello fuera sólo una pesadilla. Pero sabía que eso no iba a ser así, ya lo pensó aquella primera vez en el lago, y sabía que pensarlo ahora sería inútil. Sintió su aliento cerca de la piel de su cuello, y sólo esperó a recibir ese dolor punzante de nuevo, deseando que acabara con su consciencia y lo protegiera del dolor que estaba convencido que sufriría después...

Pero, de pronto, escuchó su nombre pronunciado por el vampiro, y abrió lentamente los ojos. Pudo ver los suyos, uno con ese tono rojizo que tanto temor le inspiraba... y el otro... de ese hermoso color verde... Y su expresión... Roxas supo que sentía dolor, e incluso pensó que Moonkyul no quería hacer aquello.

Se incorporó como pudo y sujetó las mejillas del mayor con sus temblorosas manos. Tenía miedo, pero... no podía verlo así. No lo miraba igual que entonces, no era igual... Moonkyul... ¿no quería hacerle daño? Cerró de nuevo los ojos, sin poder creer que era lo que estaba a punto de hacer.

Ladeó un poco su cabeza, mostrando su cuello al vampiro, el lugar en el que había mordido antes, dónde ahora estaba su sangre ya algo seca. Tragó saliva. Tal vez... si le daba suficiente... se calmaría...

-Bebe... -susurró, con tono incluso dulce. -Bebe hasta que sea suficiente...

Se mordió el labio, preparado para reprimir el grito que intentaría escapar de su boca cuando lo mordiera de nuevo. Sabía que era una locura, que Moonkyul podría matarlo, beber de su sangre hasta que no quedara más. Pero le daba igual. Moonkyul parecía estar sufriendo... y, por patético que resultara, apreciaba más la vida de ese hombre que tanto lo despreciaba antes que la suya.

Esperó, temiendo ese intenso dolor, temiendo quedar inconsciente... esperó pacientemente a esos colmillos que no volvieron a atravesar su piel. Pero entonces Moonkyul lo abrazó, y lo miró entre sorprendido y confundido, sin entender qué era lo que pasaba por su cabeza en ese momento. No preguntó nada, sólo quedó apoyado sobre su pecho, escuchando sus jadeos, mirando su rostro con cierto temor, sabiendo que, de alguna manera, estaba sufriendo...

Escuchó la petición que le hizo después, y sólo asintió, aunque no sabía qué podía decir. Se sentía cansado incluso para hablar durante demasiado rato, y no estaba acostumbrado a hablar... no demasiado, y menos con Moonkyul. Siempre era prudente, sólo hablaba cuando era algo importante o cuando sabía que se lo permitiría. ¿Qué podía decirle? ¿Hablarle, sin más?

-Hoy nos han mandando un trabajo sobre Literatura... -comenzó a contarle lo primero que se le ocurrió en ese momento, o más bien de lo único que fue más o menos consciente en todo el día. -Tengo que hablar sobre... el tema del amor en el Romanticismo... -cerró los ojos un instante, pensando en lo estúpido que sonaba estar contándole algo así. -Mañana tengo que ir a la biblioteca a hacerlo...

Omitió el detalle de que tenía que ir con unos amigos, y siguió hablándole de lo primero que se le ocurría, cada vez con un tono de voz más apagado, con sus ojos cerrándose... como si se estuviera quedando dormido. Estaba hablando sobre ese trabajo que le habían ofrecido por culpa -o gracias- a Moonkyul...

-...Es la primera vez que hago algo así... voy a... necesitar... tu ayuda...

No volvió a decir nada más, ni sus ojos volvieron a abrirse. Pero su respiración calmada hacía ver que sólo estaba inconsciente, o dormido.

Pasaron varios minutos, tal vez incluso una hora, hasta que Roxas despertó. Se sintió algo confuso al encontrarse en el sofá, solo. Recordó todo lo que había pasado anteriormente... se había desmayado, y aunque aún estaba algo débil, podía mantenerse consciente. Pero, ¿dónde estaba Moonkyul? Lo buscó con la mirada, cada vez de forma más desesperada, hasta que el joven le dio la nota, y sintió su corazón detenerse por un instante, para luego doler hasta el punto de querer arrancárselo del pecho.

Moonkyul... ¿se había cansado de él?

No lo pensó dos veces, salió corriendo de allí, y lo buscó por las calles, pero enseguida se cansó, y tuvo que detenerse, llevándose la mano al pecho, respirando agitadamente. No, no podía aceptarlo. Pero quién sabe dónde estaría el vampiro ahora... No podía hacer nada, y pensó que debería sentirse afortunado, era libre... Pero, para Roxas, la libertad nunca fue sinónimo de felicidad. Necesitaba a Moonkyul a su lado, por masoquista que pudiera parecer...

-No puedes... -murmuró, dejándose caer de rodillas en el suelo. -No puedes confundirme de esta manera y luego desaparecer...

Un par de lágrimas cayeron de sus ojos, y sólo se quedó ahí, abrazándose, buscando calor en esa fría noche. No había nadie a esas horas caminando por la calle, estaba solo... como siempre había estado en realidad...

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