Drama [Roxas ]

Moonkyul lo había citado en un restaurante aquella noche, y no podía estar más nervioso. No pudo prestar atención durante las clases, y su cabeza estuvo ausente durante el trabajo. Aunque, bueno, en ese caso no era un problema, sólo tenía que sentarse y quedarse así hasta que el pintor terminara, así que este no lo notó, al contrario, lo felicitó por su buen trabajo.

Al salir, se apresuró a llegar al restaurante, preguntándose si iría... presentable. Siempre tenía que preocuparse por su imagen cuando iba a trabajar, pero no sabía si estaría lo suficientemente bien como para cenar con el vampiro. Nunca se había preocupado tanto por cómo se veía, al menos, no por interés propio. Sacudió la cabeza, reprendiéndose por pensar como si fuera... una adolescente enamorada.

Llegó al restaurante, y enseguida el mesero le preguntó por su nombre. Asintió, algo confundido, y él lo llevó hasta la mesa de Moonkyul. No se atrevió a decir nada que revelara que estaba ahí, sólo observó al mayor hablar con otra persona, sintiendo una extraña sensación de molesta. Acaso... ¿estaba celoso? ¿Tenía derecho a estarlo? Seguro que Moonkyul se reiría de él y lo devolvería a la realidad si manifestara aquellos sentimientos. Él no tenía que reclamarle nada a Moonkyul, no eran... nada... ¿no?

Suspiró y terminó por acercarse a la mesa, aunque quedó de pie, como esperando a que el vampiro le diera permiso para sentarse.

-Hola... Moonkyul. -fue todo lo que dijo.

La sonrisa de Moonkyul tranquilizó a Roxas, y se sentó cuando le dio permiso. Saludó con una amable sonrisa al desconocido cuando Moonkyul se lo presentó, aunque su expresión se volvió algo seria cuando dijo que era su ex-novio. Pensó rápidamente que era absurdo sentirse mal por eso. Volvió a mirar a Moonkyul, como buscando centrarse sólamente en él. No le gustaba ese tal Alex... no podía evitarlo, y cuando el vampiro dijo que se tenía que irse un momento, estuvo a punto de pedirle que no lo hiciera... pero no quería enfadarlo, y sólo asintió obedientemente.

No pudo evitar volver a mirar al ex-novio de Moonkyul, sin saber qué decirle cuando le llamó "novio". Frunció levemente el ceño al escuchar cómo llamaba al vampiro. ¿Moo-chan? Trató de ignorarlo, incluso su comentario. Estaba acostumbrado a que le dijeran cosas peores que "poco atractivo", así que si aquel hombre pensaba molestarlo o hacerle daño, no lo lograría de ese modo. Pero la sonrisa que vio después le hizo entender que si lo lograría... lo que comprobó con sus siguientes palabras. Esas sí dolieron, como mil agujas clavándose en su pecho, y no pudo hacer otra cosa que bajar la mirada, tratando de ignorarlo. Podía aguantarlo, podía con ello... había aguantado cosas peores. Sólo lo decía para molestarlo...

Eso se repitió una y otra vez para tranquilizarse, pero fue en vano. Quiso sonreír cuando vio a Moonkyul volver, pero el beso que le dio Alex le hizo volver a bajar la mirada, evitando mirarlos. ¿Tenía derecho a decir algo? No. En absoluto. Sólo era un juguete, ¿no? Ese Alex tenía razón... Y, como bien sabía Roxas, la verdad era siempre dolorsa.

Cerró los ojos con fuerza, reprimiendo así las lágrimas. Aún sintiéndose así, recordaba que Moonkyul odiaba que la gente llorara. No iba a llorar, sólo aguantaría, aunque lo que deseara en esos instantes era salir corriendo de allí, encerrarse dónde fuera, y no ver a ninguno de los dos...

Mire un momento a roxas la verdad no sabia muy bien lo que le sucedia a aquel rubio , despues de ese beso me senti algo extraño seriamente extraño , y eso alex lo noto al istante por lo que dijo "Nos vemos amor ...te espero" , por que dijo esas palabras , acaso yo iria a verle o algo asi , no entendia bien aquellas palabras pero las ignore por completo , me sente en la mesa y dije a roxas de manera seria -Te pasa algo-Susurre mientras me acomodaba en la silla y agarraba mi vino para empesar a beber de manera tranquila mientras le miraba fijo como si quisiera examinarlo con la mirada.
Esot se volvia cada ves mas extraño

Se mordió el labio al escuchar lo que decía Alex al despedirse de Moonkyul. Volvió a sentir el impulso de salir corriendo de allí, pero, incluso entonces... no quería enfadar a Moonkyul. Además... ¿tenía acaso derecho de ponerse celoso? Jamás había sentido celos de nada... simplemente aceptaba las cosas sin más, hasta ahora se había mostrado indiferente a todo. Pero, ahora, que veía a ese hombre hablando así con Moonkyul... sentía una horrible sensación entre la rabia y la tristeza que sentía no poder controlar durante mucho tiempo.

Escuchó como Moonkyul se sentaba, pero no lo miró, aún sabiendo que este sí lo hacía. No podía, no quería. Toda la rabia que había sentido hacia su ex-novio parecía querer soltarla contra él. Y sabía que eso sería terrible. Moonkyul se había tomado la molestia de invitarlo a cenar... no debía agradecérselo así. Pero, ¿por qué? ¿Por qué lo invitaba, teniendo a ese tal Alex? Después de todo, él no era nadie, sólo su juguete... no tenía la obligación de cuidarlo.

-¿Por qué me has invitado aquí? -preguntó, con un tono demasiado frío para él. -Es él quién debería estar aquí, no yo. ¿Verdad? -añadió, mirando por fin el vampiro, mientras su labio parecía temblar. No sabía si echarse a llorar o gritarle. Y nuevamente se repitió que no tenía derecho. -Te espera. Te lo ha dicho. No sé qué haces perdiendo el tiempo conmigo, si lo prefieres a él.

Volvió a desviar la mirada, sorprendido por sus propias palabras. Moonkyul lo haría, sabía que era capaz de levantarse y dejarlo aquí. Pero no había podido evitarlo, jamás había sentido unos celos tan fuertes y dolorosos, no podía controlarlo.

No esperó la reacción de Moonkyul, y se le escapó un débil quejido cuando lo cogió del brazo y lo tiró al sofá. Escuchó sus gritos, casi peores que cualquier golpe. ¿Qué debía entender por eso? ¿Que era mejor en la cama que Alex? No le halagaba eso, y pronto la dolorosa idea de que sólo era porque era más fácil se implantó en su cabeza cruelmente. Escuchó atento sus palabras, mordiéndose el labio al escuchar "por el momento". Podría hacerlo, en cualquier momento. Desvió la mirada, levemente sonrojado, al darse cuenta de que Moonkyul había descubierto sus celos. Y parecía divertido por eso.

Y, por primera vez, un comentario sobre su físico lo ofendió. Siempre ignoraba aquello, o se hacía a la idea. Pero que Moonkyul dijera que ese desgraciado tenía mejor cuerpo que él, aunque fuera verdad... le dolía.

-Así que mejor cuerpo que yo... -comentó, de nuevo fríamente. -Entonces, ¿por qué no te diviertes con él? Te resultará más agradable a la vista porque, por si no lo has notado, soy un niño. -le recordó. -Dime, 'Moo-chan'... -lo llamó, imitando el tono que había usado Alex al hablar con él. -¿Es porque te parezco más fácil? No tienes que esforzarte, ¿verdad? No tienes que conquistarme... sólo venir y reclamarme como tuyo como si fuera un objeto.

Se incorporó como pudo, tratando de apartar a Moonkyul de encima suyo, en vano. Jamás había dicho aquellas palabras, jamás había plantado cara a nadie, ni siquiera a sus padres. Jamás le había dolido tanto algo como para querer defenderse.

-¿Qué harás el día que alguien me conquiste? -preguntó. -¿Te irás con Alex? Estoy seguro de que no echarás en falta mi insignificante cuerpo en tu cama. Y estoy seguro de que él te hará disfrutar más que yo. Así que... ¿por qué atrasarlo? Déjame ir, y vete con él.

Estas condiciones son las que uno cree que jamas llegaria a tener sin duda alguna pero que es lo que sucede cuando el cristal se quebrante en tus mados , te corta por obvias razones pero en este momento aquel cristal me habia retado y no se quebranto sino que al contrario se hiso mas duro y fuerte ...no habia necesidad de levantarme o golpearlo , yo tenia otras formas de herir a la gente , de una manera brutal y abrumadora ...tanto que le doleria hasta el alma pero ¿Por que? despues la culpa fue mia por no correr a alex pero jugaria un poco mas con el cristal filoso que ahora es Roxas.

Lafuria que podia desprender su cuerpo realmente no me importaba en lo absoluto pero tenia unas ganas enormes de poder decirle lo que pesnaba pero me tragaba los comentarios en ese momento hasta que el terminara de hablar , espere detenidamente hasta que acabo asi que le grite enojado ...al final de cuestas no pude evitar dejar mi enojo-¡Sabes por que no me largo con el por que tu me abres las piernas en un instante ademas ...de que te quejas tu si bien que te encanta hacerlo conmigo ¿No? adoras que te folle , que te tome y te bese si no es asi niegamelo ahora ..gritame que me odias , que odias mi tacto hazlo roxas VAMOR mierda haslo!-Mi ejono fue grande mas de lo esperado .
Tome su braso con mas fuerza y lo tire nuevamente pero no en el mueble sino que en e el suelo , me coloque encima de el y le volvi a hablar-Sabes alomejor tenian razon las personas que dicen que eres una molestia , lo eres realmente ME ARREPIENTO DE SALVARTE LA VIDA EN EL LAGO me arrepiento de hacerte sentir aquel dia ...incluso DE SALVARTE EL PELLEJO AQUELLA VES EN CUANDO RECIBI UN BALAZO POR TU MALDITA CULPA , Y TIENES RAZON ALOMEJOR TE DEJE IR PARA QUE MUERAS Y TE PUDRAS ...TOTAL QUIEN TE VA A QUERER SI YA NO TIENES NADA VALIOSO TU VIRGINIDAD ES MIA ...SOLO MIA , QUIEN QUERRIA A UNA PUTA QUE ABRE LAS PIERNAS A CUALQUIERA ...-No me dia mis palabras ...y es que trate de controlarme peroo ya no podia ...Mierda lo he herido ..¿Que hize?

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Perdon si no contesto rapido , hay examenes D:

Los gritos de Moonkyul no tardaron en llegar, y Roxas sólo los escuchó, tratando de mantenerse serio, fuerte. Pero no pudo evitar desviar la mirada con un leve rubor en sus mejillas al seguir escuchando. No pudo negarlo. Sí, le encantaba cuando lo besaba, e incluso cuando tenían sexo, aunque fuera la persona que le había robado su virginidad de aquella forma tan cruel. Porque podía, por unos segundos, creer que esos besos eran de amor, podía creer que lo amaba durante esos minutos en los que se divertía con su cuerpo...

Aquellas palabras le habían dejado tan aturdido que no esperó que lo tirara al suelo, y forcejeó durante unos segundos, tratando de librarse. Pero se detuvo al escuchar los siguientes gritos. Esas crueles palabras eran peores que cualquier golpe, era como si el vampiro le hubiese arrancado el corazón y lo aplastara con sus manos. No fue capaz de responder tras aquello, sus labios se abrian, pero ningún sonido salía de ellos. ¿Acaso podía Roxas decir que no tenía razón? Aún así, reunió todo su orgullo para no llorar... pero fue en vano. Una pequeña lágrima cayó de sus mejillas. Se mordió el labio. Moonkyul había vuelto a ganar esta vez. Él no podía decirle esas palabras... porque no lo odiaba, y porque eran completamente ciertas.

-Apártate de encima... por favor... -pidió, después de unos instantes en silencio, con un tono de voz débil, apagado. -No quiero... estar ni un segundo más... contigo... -añadió con dificultad, sintiendo cómo más lágrimas caían por sus mejillas.

Spoiler:

Nada, Moonkyul no se apartaba, y Roxas ya no sabía qué hacer para salir corriendo de allí. No podía estar así, no quería estar ni un segundo más aguantando aquello. Así que se decidió a apartarlo por su cuenta, pero antes de que pudiera intentarlo, el vampiro hizo algo que no esperaba. Lo abrazó, tan fuerte que le resultó imposible moverse, escondiendo su rostro en su cuello, haciéndole suspirar. Se mordió el labio al instante.

-¿P-Por qué...? -preguntó, más para sí que para él.

¿Es que acaso jugaba con él? No podía decirle todo aquello y luego abrazarlo de aquella manera. Dolía, y por mucho que Roxas intentara creer por esos momentos que ese abrazo era por amor, le resultaba imposible. No lo amaba, ya se lo había dicho. Era molesto, no era más que una puta para Moonkyul. Mordió de nuevo su labio, con más fuerza, sin importarle que le doliera. Trató de reprimir sus lágrimas en vano, y lloró de manera silenciosa durante unos instantes, esperando tranquilizarse, poder decir algo, lo que fuera...

Pero, pronto, tuvo esa sensación de culpabilidad que ya conocía, y que hacía meses que no sentía. Esa culpabilidad que sentía cuando sus padres lo reprendían, esa sensación de que todo era únicamente culpa suya. Cerró los ojos, relajándose, aún sin responder al abrazo de Moonkyul, sólo dejándose abrazar.

-No lo volveré a hacer... -se disculpó en un débil susurro. -No soy nadie para pedirte explicaciones de nada...

No esperó las palabras del vampiro, y menos sus disculpas. Siguió quieto, dejándose abrazar, sin moverse ni un milímetro. No entendía nada, ¿por qué le hacía eso? ¿Por qué lo destrozaba en mil pedazos y luego abrazaba lo que quedaba de él, dándole la estúpida ilusión de que lo apreciaba? ¿Por qué no le dejaba recoger los pequeños trocitos que quedaban de él solo? Le dolía, le dolía pensar que estaba jugando con él, que se divertía viéndolo así, viéndolo sufrir y luego sonreír estúpidamente cuando creía que las cosas iban a cambiar. Le daba rabia, pero al mismo tiempo, seguía creyéndose esa mentira. Seguía queriendo creer... que de verdad hablaba en serio.

Al final, no lo pudo evitar. Apartó un poco a Moonkyul como pudo... y lo besó. Lo besó de una forma desesperada, como si seguir vivo dependiera de ese beso. Por fin, respondió a su abrazo, de la misma forma. Se separó, apoyando su frente en la del mayor, sin atreverse a mirarlo. No debió hacer eso.

-No debí ponerme así... no estabais haciendo nada... -murmuró, todavía con ese tono apagado. -N-No... Lo siento. No debo ponerme así nunca. Tú... tienes derecho a... estar con quién quieras... haciendo... lo que quieras...

Sus ojos seguían con ese brillo cristalino, como si pudiera echarse a llorar en cualquier momento. Sus mejillas aún mostraban los restos de las lágrimas que habían pasado por ellas. Se sentía patético... aceptaba que Moonkyul hiciera lo que quisiera con quién quisiera, aceptaba ser su juguete, permitía que lo rompiera una y otra vez. Pensó que, tal vez, Moonkyul tuviera razón. Tal vez era poco más que una puta...

Negó débilmente con la cabeza varias veces cuando le dio permiso para llorar. No iba a hacerlo, no quería verse como un llorón delante de Moonkyul, no quería que volviera a decir que era una molestia. Esa palabra significaba mucho para Roxas. Siempre había sido una molestia, y siempre intentaba ser mejor, cambiar, ser lo suficientemente bueno... pero, con el vampiro, tenía la impresión de que jamás sería lo suficientemente bueno. Como había dicho, el cuerpo de Alex era mejor que el suyo. A él le decía que lo quería... a él jamás lo trató como un juguete. Tal vez... nunca lograría el amor de Moonkyul. Tal vez debía conformarse con no enfadarlo tan a menudo, con ser suficiente como para que no quisiera alejarlo de su lado.

Cerró con fuerza los ojos cuando lo abrazó, reprimiendo las lágrimas. ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué lo trataba como si no valiera nada y luego lo abrazaba de esa forma, haciéndole sentir incluso importante? Cuanto más lo hacía, más le dolía... más le confundía... y más le atraía. Respondió al abrazo con la misma fuerza. Tenía que ser mejor, tenía que cambiar... No ser molesto, ser más obediente... tenía que conseguir ver a Moonkyul así siempre, y nunca enfadado. Podía hacerlo, debía hacerlo... Y esa necesidad de complacer a alguien, de intentar ser mejor, ya la había vivido durante años...

-E-Estoy bien... -respondió, al fin, tratando de sonar seguro, incluso sonriendo. -Te... te has tomado la molestia de... invitarme a cenar... -añadió después, separándose un poco. -Gracias... no tenías... por qué hacerlo...

No dejaba de abrazarlo, y eso sólo confundía más a Roxas. Las palabras que escuchó después lo confundieron aún más. Alex le había dicho todo lo contrario. Que lo quería, que no lo utilizaba como un juguete... que le... hacía el amor. Se preguntó si Moonkyul lo habría llamado así alguna vez en realidad. Y se preguntó si Moonkyul se acostaría con otras personas mientras él estaba en clase. Probablemente fuera así, pero él, al contrario que Alex, no se sentía con derecho a reclamarle nada...

Le pareció oír algo en susurros, pero no llegó a entenderlo o creyó no entenderlo. Vio cómo se levantaba y no tardó en imitarlo cuando lo vio ya sentado. No apartaba su mirada del suelo, como si fuera realmente interesante, y después de la carta con los diferentes platos que servían.

-Pero Alex dijo... que tú... -comenzó, pero luego negó con la cabeza, arrepintiéndose. No era asunto suyo, y si lo olvidaba, sería mejor. Así que continuó mirando la carta y, cuando se acercó un camarero, pidió un plato de pasta.

Volvió a mirar a Moonkyul cuando le dio más explicaciones sobre su relación con Alex. ¿Por qué lo hacía? Él no valía nada para el vampiro, ¿no era así? No merecía ningún tipo de explicación... aunque no pudo evitar sonreír levemente por sus palabras. Entonces, ¿Alex le había mentido? Tampoco pudo evitar abrir sus ojos muy sorprendido cuando dijo que no hubo nada en 50 años. 50 años... para Roxas, eso era prácticamente media vida, pero para Moonkyul parecía tan poco... Volvió a sentirse algo abatido. Eran tan diferentes...

Agachó levemente la cabeza, dando un respingo por la pregunta que hizo después. Volvió a mirarlo, percatándose de que Moonkyul lo miraba a él fijamente. Se puso algo nervioso, y no tardó en desviar la mirada, sin poder mirar a ningún lugar fijo, sólo evitar mirar a los ojos del mayor. Notaba arder sus mejillas por esa pregunta. ¿Qué debía decir? ¿Sería apropiado admitir algo así? No... No tenía derecho, ¿cierto?

-¿Y-Yo? ¿C-Celoso? -repitió. -P-Para nada... -mintió, agachando un poco más su cabeza, incapaz de mirarle a los ojos y decirle que no había sentido como si algo por dentro lo golpeara cuando vio a su ex-novio besarlo. Era mentira, se había sentido más celoso que en toda su vida.

Se atrevió a mirar a Moonkyul cuando este volvió a hablar, sin saber qué quería decirle con esas palabras. ¿Sabría que Alex le había dicho algo? No pudo evitar sentirse aliviado cuando le escuchó decir que era un mentiroso. Entonces... no era verdad, ¿no? Escuchó después sus palabras de nuevo y estuvo a punto de admitir que había estado celoso, pero prefirio callar... tal vez fuera mejor que el vampiro no lo supiera.

Lo que no esperó, fue la pregunta que llegó después. No supo qué decir, parecía haberse quedado en blanco. Nunca había escuchado esa pregunta, jamás. Sus padres nunca le preguntaron, y las personas que trabajaban en su casa tenían cosas mejores que hacer. Podía ser algo estúpido, pero a Roxas le hizo sentir bien ese detalle, aunque fuera sólo por monotonía, por educación... Ni siquiera sabía cómo debía responder en esos casos, pero se dio cuenta de que se había quedado callado, y de que miraba incluso con ilusión a Moonkyul. Sacudió la cabeza, y volvió a bajar la mirada, algo avergonzado.

-¡B-Bien! En la escuela no hicimos mucho... -respondió, aunque en realidad lo que ocurría era que no había prestado atención en todo el día y apenas había sido consciente de que estaba en clase, pero no podía decir que era porque había estado pensando en él. -Y en el trabajo como siempre... me dijeron que lo hice bien. -añadió después.

Miró a Moonkyul algo dubitativo. ¿Debía preguntar él ahora? ¿Podía? Tal vez el vampiro no quería que le preguntara... Vaciló unos instantes, mirándole con timidez y algo de miedo, hasta que se animó.

-¿Qué... qué tal fue tu día?

Agradeció al camarero cuando trajo la comida y miró a Moonkyul con preocupación cuando empezó a contarle su día. Ya sabía perfectamente a qué se refería con "negocios", y aún le sorprendía que hablara tan tranquilamente de las muertes y ese tipo de asuntos. Roxas aún temblaba cuando lo mencionaba, aunque siempre trataba de disimularlo, y aquella vez no fue una excepción. Empezó a comer, despacio, incluso estuvo a punto de pedirle permiso para eso, pero pensó que era algo estúpido, aunque tal vez al vampiro le resultara incluso divertido. Aún no lo entendía, y siempre tenía miedo de hacerlo enfadar, menos aún cuando estaba tan agradable.

Se detuvo cuando le pidió que le contara qué pensaban sus amigos. En realidad, aunque sí tenía amigos, evitaba hablarles de sus problemas. Ellos sabían que ya no vivía con sus padres, y por eso al ver que alguien lo recogía en coche todas las tardes, pensaron que se había reconciliado con ellos. Aunque alguno ya se había dado cuenta de que no era así, y lo había perseguido insistentemente para averiguar de qué se trataba...

Agachó la cabeza, levemente sonrojado, preguntándose qué pensarían ahora sus amigos de eso...

-P-Pensaban que eran mis padres... -respondió, sonriendo con cierta amargura. Qué ilusos... sus padres jamás fueron a recogerlo a la escuela. -Pero... ahora creen que tengo un... novio famoso o algo así... -añadió, sonrojándose al recordar el comentario de uno de sus amigos al respecto. -Yo... ¡les he dicho que no era así! -aclaró enseguida. -No... no he contado nada... No sabía si debía hacerlo -añadió con cierta inseguridad.