-Compartiendo conocimientos- [Priv. Kotarou]

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

Su cuerpo empezó a reaccionar a los estimulos de la noche y al olor de la comida que le llegaba hasta el dormitorio, inundando sus fosas nasales con el aroma. Abrió con lentitud los ojos, frotandoselos. Se incorporó lentamente, adormilado aún.

Con cara de persona que quiere dormir más pero sabe que no puede. Bostezó varias veces y se levantó con algo de dificultad, aferrandose a la almohada y saliendo de la cama, algo agilipollado aún, arrastrando como un crio pequeño la almohada, diriguiendose a la cocina.

—¿Qué haces...? —preguntó, bostezando de nuevo. Acercandose a donde estaba él para mirarle cocinar en silencio. Apoyandose levemente en él, estaba tan adormilado aún que el otro podria meterle mano que no se enteraría (?).

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Siguió cocinando ajeno a lo que le rodeaba, concentrado en que la comida le saliera bien. Tal era su concentración que no se percató de la presencia del otro hasta que volvió a notar aquél suave calor sobre él. Pegó un leve respingo y le miró de reojo, viendo con el aspecto con el que se presentaba. Realmente visto así era como un niño pequeño...

— Estoy preparando algo de comida, y ya tienes la ropa lista en aquella silla — explicó, echando de nuevo un vistazo a la comida para que no se quemara.

Por alguna razón se sentía bien ante ese calor, hacía tiempo que no lo notaba y lo echaba de menos. Por aquello sin pretenderlo un suave suspiro salió de sus labios, cerrando momentáneamente los ojos antes de volver a girarse para mirarle. No supo qué le pasó aquella vez, volvía a ver a Kota-nii de aquella forma tan vulnerable e inocente... Casi sin darse cuenta de lo que hacía caminó hacia delante con él suavemente, haciendo que retrocediera hasta que el mayor topó con la encimera. Su rostro estaba cerca.. demasiado cerca del del otro. Y a punto estuvo de salvar esa distancia cuando se dio cuenta de quién era y de lo que estaba haciendo, por lo que se separó.

— Lo lamento... — se disculpó, colocándose bien las gafas y volviendo a mirar la comida. — Si quieres puedes dormir un rato más, a esto aún le falta....

Maldita sea... ¿en qué estaría pensando?

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

No se percató de nada de lo que pasaba hasta que tuvo el rostro de Iku cerca, demasiado cerca, joder, hasta notaba su respiración chocar contra sus propios labios. Notó un creciente rubor instalarse en sus mejillas así como sus brazos se aferraban con algo más de fuerza a la almohada que tenian entre ellos, nervioso. ¿Q-qué estaba haciendo Iku? Sin embargo, por suerte ~~(o por desgracia)~~, Iku pareció salir de su ensoñación, separandose, dejandole tranquilo por el momento.

A pesar de todo, notaba los latidos de su corazón, alocados por el nerviosismo, escuchandolos como si el bombeo lo tuviese en las orejas. Se mordió el labio inferior al oirle y asintió brevemente a sus palabras, sin ser muy consciente de lo que habia dicho.

Demasiado absorto en el asombro, ¿a que había venido eso? Era consciente de que Iku no tenía novia, o al menos una fija, por el olor a diferentes colonias que habia en la cama y almohada (?). Pero a él no le gustaban esa clase de juegos.

Por no haber, no habia besado a nadie aún ~~(ahora es cuando el anime me contradice y se ve a Yui dandole un beso en su capitulo seguro 8D)~~. Se frotó el cabello, rascandose la cabeza levemente y camino hacia el salón.

—Voy a vestirme —murmuró bajito. De todas formas, quizá sólo habia sido una broma de Iku, siempre le habia gustado jugar de pequeño (algunas veces a cosas muy raras) quizá con todo el temita sexual una vez aprendido podía dedicarse a bromear con ello. No sería el unico que lo hiciera.

De todas formas una cosa le habia quedado bastante clara con el olor del cuarto del menor; era hetero. Eso, así que no tenia que preocuparse por nada, sólo tendria que patearle un poco el culo si le volvia a gastar ese tipo de bromas y decirle que no le gustaban y ya todo estaría tranquilo. Sí... eso haría.

Caminó hacia la silla donde Mizushima habia dejado su ropa y la cogió yendo al baño a vestirse, dejando la ropa cuidadosamente doblada en una de las sillas tras quitarsela (una vez estuvo dentro del baño). Cuando terminó de vestirse y colocarse su bufanda cogió la ropa que había usado y fue hacia la cocina.

—¿Donde está la lavadora, Iku? —preguntó tranquilo, una vez sus pensamientos aliviaban su mente su aura se encontraba a prueba de bombas nucleares... a no ser claro que alguien volviera a romperle los esquemas y provocara que no supiera ni como actuar.

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Se quedó un rato intranquilo, pensando en lo que había ocurrido y asintiendo con la cabeza cuando el otro le dijo que iba a vestirse. Se entretuvo terminando de preparar la comida y sirviéndola, aunque los pensamientos no dejaban de rondar su cabeza. ¿Por qué había echo aquello? Ese tipo de atracción solo lo había tenido con algunas mujeres... Negó internamente, seguramente sería alguna jugarreta de su corazón. Eso o que estaba confundiendo los sentimientos de aprecio que tenía hacia el otro.

Llevó los platos a la mesa junto con los cubiertos y los vasos mirando a Kotarou cuando apareció ya cambiado a la sala.

— Ah.. está allí... — fue a la cocina y le indicó dónde se encontraba— pero no hace falta, ya lo haré yo más tarde.

Terminó de preparar la mesa y se sentó en ella, esperando a que el peliverde hiciera lo mismo.

No podía dejar de pensar en lo sucedido, sin dejar de mirarle. Recordaba que desde que formó parte de aquél grupo las chicas de la ciudad no dejaban de intentar tontear con él. Pero Iku desde que murió su hermana no creía en el amor, es más, consideraba éste un juego en el que perdías si te enamorabas. Sumado a aquello, desde que le ocurrió aquello con su grupo se vio obligado a madurar a marchas forzadas, abandonando ese caracter inocente que le caracterizaba. Su actitud, por tanto, se había vuelto más arrogante e incluso algo cínica. Por tanto le molestaba tanto la inocencia que algunas muchachas desprendían. La consideraba una copia de la que Yui tenía, esa era única... y no quería que nadie más la tuviera, por lo que se dedicaba a jugar con los sentimientos de las chicas por diversión, buscando destruir aquella inocencia.. y acabando por tener más que un beso con alguna de ellas. Pero... por alguna extraña razón, no era eso lo que le pasaba con el peliverde. Entonces, ¿qué...?

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

Asintió con suavidad a las palabras de Iku, dejando la ropa que había utilizado cuidadosamente doblada en una de las sillas que estaban libres. Luego, se acercó al menor, sentandose a su lado y mirando con curiosidad que era lo que había cocinado.

Cerró brevemente los ojos, aún sin quitarse la imagen del rostro de Iku demasiado cerca de él, ¿por qué? Se suponia que ya habia solucionado ese tema. ¿Por qué seguia flotando aquella imagen en su cabeza? Negó levemente y cogió los cubiertos. Mortificarse para nada era estúpido.

—Tiene buena pinta —le comentó, sonriendole suavemente. Cogiendo los cubiertos con tranquilidad para empezar a comer. No sabía muy bien de que hablarle en ese momento. Además, aquella imagen flotaba en su memoria a cada rato que se distraia. Suspiro levemente, si Iku se hubiera acercado un poco más... ese habria sido probablemente su primer beso.

Resultaba un tanto patético que después de todo aquel tiempo nunca hubiera tenido a alguien a su lado, ni siquiera para "jugar" pero realmente... él no era esa clase de personas, simplemente no podia. Esa clase de juegos siempre terminaban con uno de los implicados dañados de forma sentimental y conociendose... no quería volver a tener a "otra Yui" pesando sobre su conciencia.

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Notaba un silencio algo tenso (al menos por su parte) mientras comían, mirando sin poder evitarlo al mayor de vez en cuando de reojo. No podía parar de pensar en lo ocurrido en la cocina, en esa atracción que había sentido hacia él. Necesitaba averiguar qué ocurría con él, por qué sentía eso hacia su mejor amigo.

— Gracias... — murmuró antes de empezar agradeciendo el comentario del mayor.

Cuando acabó de comer esperó a que el otro hiciera lo mismo para llevarse ambos platos a la cocina, recogiéndo esta de paso. Antes de acabar se volvió a asomar a la sala.

— ¿Te apetece tomarte un café o algo? — le preguntó, así sabría si tenía que poner la cafetera o algo. Esperó su respuesta antes de llegar de nuevo a la cocina y terminar de recoger la cocina.

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

Estaba distraido, totalmente distraido, por ello, tardó algo más en terminar de comer que el otro (además de que siempre solía ser más lento que la mayoria de las personas por su vagueza extrema). Bostezó brevemente y le entró el plato cuando el menor dijo que iba a lavarlos.

Le observó irse a la cocina en silencio, quedandose pensativo una vez estuvo solo, sin embargo, al instante negó con la cabeza. Sentía que empezaba a entender y no terminaban de gustarle las conclusiones a las que estaba llegando. Suspiró pesadamente y se quedo mirando sus manos en completo silencio, ¿realmente Iku sería capaz de...?

Chasqueó la lengua, molesto y confuso por las acciones del menor, provocando que en un acto de impulsividad se desordenara totalmente el cabello. Fue en ese momento cuando escuchó la voz de Iku provenir de la cocina, preguntandole si quería un café o algo. Se mantuvo unos segundos en silencio para luego hablar con voz clara.

—Claro... y si tienes algún dulce no me vendría mal —expresó, jugueteando con sus dedos, decidido a no pensar más en ello hasta que el menor decidiera hablar o hacer algo más al respecto... con un poco de suerte lo dejaría pasar y no se vería envuelto en una situación que parecia ser complicada.

Sin embargo... ¿por qué se sentía... ¿decepcionado? ante la idea de que no volviera a ocurrir? Masculló un par de insultos interiores. Las cosas estaban empezando a complicarsele demasiado.

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Asintió ante la contestación y fue a terminar de recoger la cocina, dejándolo todo impoluto como antes de empezar a cocinar. Tras ello preparó la cafetera y mientras se hacía el café rebuscó en sus armarios por si tenía algunos dulces o algo para ofrecerle. Menos mal que hacía poco había comprado unos cuantos... Los sirvió en un plato y los llevó a la mesa en silencio, yendo después a apagar la cafetera y volver a la sala con ambas tazas llenas de ese humeante líquido.

— Espero que te gusten, aunque yo no soy de mucho dulce... — comentó mientras dejaba la taza delante de él y se sentaba a su lado de nuevo, mirando el plato de dulces.

...Necesitaba sacar un tema de conversación, y rápido. Ese silencio ya empezaba a incomodarle demasiado.

— ¿Y qué planeas hacer a partir de ahora, seguir escribiendo? — preguntó con algo de curiosidad, pues nunca hubiese creído que el otro llegase a ser novelista. Tendría que buscar alguno de sus libros para ver cómo se le daba.

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

Esperó pacientemente a que el otro llegase con la bebida y los dulces, dejando su mente en blanco para que no se torturase más con estupideces sin sentido. Le sonrió suavemente cuando sirvió los alimentos y cogió la tacita de café con cuidado, dandole un pequeño sorbo antes de dejarla en su sitio. Parpadeó varias veces ante su comentario y negó brevemente con la cabeza.

—No es que sea un fánatico de ellos —murmuró con suavidad—. Pero uno de vez en cuando no hace daño —terminó de decir, moviendo el oscuro líquido. Después de moverlo un rato (es que le habia echado azucar después de ver que estaba demasiado amargo (?)) cogió uno de los pequeños pasteles, llevandoselo a la boca.

Sin embargo, poco le duro el placer del azucar en su paladar pues la pregunta que siguio casi le hizo atragantarse. Tosió varias veces, dandose un par de golpecitos en el pecho mientras trataba de recuperar levemente la respiración, algo sorprendio, pues no esperaba de ninguna forma aquella pregunta. Se mordió el labio inferior y sonrió como buenamente podía.

—¿Eh? Claro que seguire escribiendo... es un buen trabajo y da el suficiente dinero como para abastecerme —susurró, sin poder evitar sentir el tirón en su piel por lo forzado de su leve sonrisa. Sus pensamientos se volvieron a oscurecer, recordando cosas del pasado. Los estudios de medicina, el intento futil de encontrar una cura para lo que le pasaba a sus "hermanos pequeños". La muerte de Yui, la posterior quema de toda sus investigaciones así como de sus libros de medicina antes de su huida...

Suspiró levemente y volvio a coger la taza de café, tomando un largo sorbo que le hiciera bien a su maltratada garganta. No... no volvería a estudiar nada relacionado con aquel campo de la ciencia. Si habia sido incapaz de salvar a quienes más queria... ¿realmente iba a ser capaz de salvar a gente que no le importaba? ¿Ahora que la sangre lo unico que le provocaba era sed? No... aquello no habia sido más que un sueño infantil. Un mal médico no pagaba facturas.

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Le estuvo mirando fijamente esperando su respuesta y viendo cómo se atragantaba, por lo que alzó una ceja y le acercó algo más el café. ¿Por qué había reaccionado de aquella manera ante una pregunta tan "inocente"? Esperó pacientemente a que bebiera un poco más de café y escuchar su respuesta. Y aquella sonrisa... enseguida notó que no era verdadera. Había pasado demasiado tiempo viendole sonreir para darse cuenta. Allí algo pasaba...

— Algún día tendrás que dejarme leer algo tuyo para ver si eres bueno o no... — comentó sonriendo levemente de lado.

Se puso a pensar más detenidamente. Ahora que recordaba... siempre le veía con algún libro en la mano, leyendo muy interesadamente o a veces incluso tomando apuntes. Pero esos libros no eran de literatura..

— Yo no pensaba que fueras a ser novelista... vale que siempre te veía durante una temporada con un libro en la mano, pero como eran de medicina pensaba que ibas a ser médico o algo así.... — comentó con "inocencia", sin saber nada de si realmente estaba estudiando para eso o no. Lo que sí que sabía era que en aquellos momentos en los que estaba enfrascado con aquellos libros estaba más preocupado por la enfermedad que les afectaba a ambos que otras veces.

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

—¿Ah? Claro... cuando quieras, tengo que tener ediciones de mis libros por ahi por casa —respondió con suavidad, como despertando de un trance. Parpadeó un par de veces y volvio a llevarse lo que le quedaba de pastel a la boca, acabandoselo antes de que el menor dijera algo más que pudiera atragantarle, chupandose levemente el dedo indice por la nata que había quedado en el.

—¿Uhm? —desvió el rostro ante sus últimas palabras, volviendo a sentirse sumamente incomodo—. Ah... esos libros... —murmuró mientras su mente trabajaba a toda maquina en alguna excusa creible que darle al menor—. Sólo era algo que leía para pasar el tiempo —susurró quedamente—. No hay que darles mayor importancia. Realmente... estoy bien como estoy —terminó de decir, mirando fijamente su taza de té.

—¿Y tú? —preguntó, tratando de cambiar de tema de alguna manera—. ¿Te gusta la ensañanza? Sólo he oido de conferencias tuyas... quizá podrias meterte como profesor de clases nocturnas o algo así... ¿no? —se sintió aliviado cuando pronunció la última palabra, pensando que quiza se había librado de una conversación incomoda y que sólo traería recuerdos desagradables.

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

Asintió con un leve gesto de la cabeza en señal de agradecimiento cuando le dijo que le dejaría los libros. Realmente tenía ganas de ver cómo había prosperado el peliverde en todos aquellos años que llevaban sin verse. Después se le quedó mirando fijamente con curiosidad cuando reaccionó así a sus palabras. Lo notó, no estaba siendo sincero con él. Pero, ¿qué necesidad tenía de mentirle? Frunció un poco el ceño sin dejar de observarle, mirando después los dulces y cogiendo uno.

— La enseñanza no fue algo que me apasionara realmente. Pero desde que dejé el grupo de música estuve buscando algo que hacer y me pareció que esto no era demasiado complicado... — Se encogió ligeramente de hombros — Si encontrara algun lugar estable donde no miraran mi historial... o donde aceptaran a gente como yo, tal vez me lo pensaría — acabó, dando un leve mordisco al dulce.

En los minutos que siguieron no dejaba de pensar en ello. ¿Por qué le mentía? ¿Acaso quería encubrir algo relacionado con aquellos libros? Además, se había quedado un poco alicaido antes de preguntarle por la enseñanza. Decidió aclararlo de una vez, girándose para encararle y mirarle a los ojos.

— Kota-nii... nadie te está obligando a hablar, así que si no quieres decir algo no lo hagas, pero te conozco lo suficiente como para saber cuándo me estás mintiendo. — murmuró serio sin dejar de mirarle. — ¿Por qué lo haces?

Heliogábalus Mensajes : 46 Fecha de inscripción : 03/03/2011

Atendió con presumible interés las palabras del menor, fijando sus ojos en el rostro contrario. Aparentando una calma que no sentía precisamente en esos momentos dentro de si, sin embargo, nuevamente las palabras de Iku le descolocaron. Realmente... ¿tan evidente era? Desvió el rostro, apoyando los brazos en su regazo, con una clara expresión de indecisión en su rostro. Entrelazo sus dedos, frotandolos algo incomodo por haber sido descubierto en sus mentiras pero simplemente no quería hablar de ello.

—Yo... prefiero no hablar de ello. Es... complicado de explicar —contestó finalmente, escondiendo el rostro tras una cortina de cabello mientras se miraba las manos como si estas fueran lo más interesante del mundo. No quería decirlo, no sabría como explicarlo sus intentos fallidos de curarles, las noches en vela para luego haberles fallado en el momento más importante. Simplemente... no podía.

[Off: -le duele la cabeza y no da para más-]

Vampiro Renegado Mensajes : 31 Fecha de inscripción : 08/03/2011

No apartó ni por un momento su mirada de los ojos del otro, evitando que rehuyera, intentando buscar la verdad en ellos. Sin embargo al poco desvió el rostro, mostrando ese gesto indeciso que tanto conocía. Y un suspiro pesado salió de sus labios. Al escucharle simplemente negó con suavidad su rostro, mirándole con una leve sonrisa de nuevo, como siempre.

— Ya está, ya te dije que no hacía falta que me lo contaras si no querías. — le acarició con suavidad el cabello durante unos breves instantes antes de coger las tazas ya vacías y levantarse.

No tenía sentido darle más vueltas al tema, sabía que cuando el otro se ponía así no había manera humana (y ahora, ni siquiera vampírica (?)) de sonsacárselo. Llevó todo lo de la mesa a la cocina, dejando en paz por el momento al peliverde mientras dejaba que el agua templada se deslizara por aquellas piezas mientras intentaba vaciar la mente de cualquier pensamiento. Por suerte, y gracias a su control, lo logró con facilidad. Una vez hubo acabado y se secó las manos fue hacia la ventana y levantó un poco la persiana, observando que hacía una noche clara como pocas. Perfecta si quería retomar su investigación. Giró un poco el rostro hacia el otro para mirarle.

— Esta noche hace una noche perfecta para mirar las estrellas... si no tienes nada que hacer podrías venirte conmigo al parque... — le comentó para romper el silencio algo tenso que se había formado entre ambos.

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