♦ Busqueda de sentimientos y dolor ♦

Heliogábalus Mensajes : 310 Fecha de inscripción : 09/02/2011

Demasiado tiempo solo en esa enorme residencia, se aburría, quería... no, más bien deseaba ver de nuevo a ese chico que hizo de su frío cuerpo uno más cálido, de un corazón si laditos a que latiera, literalmente y de una mente criminal a una pacífica, infantil y amistosa. Extraño pero de ese mismo modo consiguió acostumbrarse a convivir con ello, viendolo como algo normal, incluso mejor que lo que antes hacía.

Paseó por las oscuras calles de la ciudad, tan desiertas pero tan llenas en las sombras, acechando misteriosamente cada convertido, cazavampiro... Ese tipo de paisaje era más que normal para el primer heliogábalus de la historia, tanto vivido, tanto sufrido, ya nada le sorprendía o al menos eso era lo que él creía.

Finalmente e inconsciente detuvo sus pasos frente a la iglesia. Alzó su rostro lentamente para observarla con cierta seriedad e indiferencia mientras fumaba su delicioso cigarro. La brisa hacía que su camisa casi abierta se removiera para mostrar más de aquellas pálidas carnes que portaba por cuerpo.

Suspiró y expulsó el amargo humo del tabaco para, al fin, subir unas leves escaleras hasta llevar a las puertas de la iglesia sin siquiera obedecer algunas de las leyes. Abrió con una de sus manos la puerta y entró a su interior, lujoso con muchas bancas en fila hasta donde la vista alcanzaba, observando aquel altar con Jesucristo en la cruz. Suspiró con pesadez por esa escena, como si se aburriese al verlo y luego caminó por aquel pasillo hasta que llegó a una de las bancas más cercanas al altar, sentandose en una de ellas mientras que las piernas las colocaba encima de las de delante.

Daba calada tras calada a aquel cigarro, saboreando su amargura y expulsando después nuevamente el humo mientras que su mirada la mantenía fija en el cristo cno seriedad, como si consiguiera hablar con él.

-"Faltó poco para que me lo arrebatases de las manos, pero ya viste que uno de tus fieles... bueno, de los que eran fieles, tuvo más cabeza que tú..." -Pensó para sí, como si se lo trasmitiese a aquella figura religiosa al tiempo que daba nuevas caladas y expulsaba el humo poco después.- ¿Dónde coño estás, Chris...? -Murmuró para sí mismo y cerró los ojos, haciendo la cabeza hacia atrás, como si intentara relajarse.

Cibercazavampiros Inmortal Mensajes : 53 Fecha de inscripción : 15/02/2011

Estaba en aquella iglesia enorme con los representantes del vaticano y otros cazadores, aquello simplemente le pareció que las cosas no iban bien, de otro modo no necesitarían a tantos fieles para un trabajo, presto atención tomando una de las carpetas que yacían en la mesa, uno que otro carraspeo antes de que el encargado de aquella misión apareció al fin- Buenas tardes hermanos, el reino y la gracia del señor este con cada uno de ustedes -dijo aquel hombre de cabello cano haciendo la señal de la cruz sobre su pecho- Y con tu espíritu, Amén -fue la respuesta de todos como si fuese un canto, el hombre cerro los ojos y el resto le imito sumiéndose de esta forma en una oración en la que cada uno pedía por algo en especial, en su caso, pedía por aquel hombre que era todo para el, pan, vino, hogar.

Cuando terminaron aquel sujeto se sentó en la silla especialmente indicada para el- La situación es peligrosa -comenzó hablar de manera clara- Hemos detectado a un incubus en la ciudad, nos hace sospechar que no es uno cualquiera tiene un gran poder, varios vampiros han sido encontrado en condiciones… ni ellos merecen una muerte tan aberrante -saco de una carpeta un par de fotos y las repartió entre todos los que allí se encontraban- Espinas rotas, falta de vértebras, algunos huesos rotos, signos de violación y los abdomen abiertos en canal, ya saben que los incubus son seres deseosos de sexo el cual nunca les es suficiente -dejo que por unos minutos cada uno viera aquellas fotos y pensara en lo que quisiera.

Después de aquella reunión camino por un largo pasillo junto al cura que parecía no quitarle la mirada a Charles, era curioso como los ciber caza vampiros atraían la atención “No se descuiden ese ser puede ser lo que ustedes más anhelan, puede presentarse ante ustedes como el más encantador de las criaturas, simulando a los mismísimos Ángeles de Dios, jamás revelen su nombre, si lo hacen sus almas serán consumidas” aquella advertencia aun hacia eco en su mente martillando junto a las imágenes de los vampiros mutilados, apretó la carpeta que llevaba en su mano con sus dedos- Hermano Charles, que Dios este con usted e ilumine su camino con gloria, claridad y amor -aquel hombre elevo la mano, él la tomo con cuidado y beso sobre uno de los anillos que reposaban en sus dedos. Al poco rato miro hacia las bancas y frunció el ceño, se disculpo con el sacerdote y se encamino hasta aquel hombre que fumaba de aquella manera irrespetuosa, le arrebato el cigarro y lo apago entre sus dedos- Maestro no se fuma en la iglesia es una falta de respeto a Dios y a los creyentes, compórtese -murmuro fijando su mirada en su maestro, aquel por quien pedía a Dios cada día desde el momento en que se conocieron, se sentó a su lado sin soltar la carpeta- Algo peligroso esta sucediendo en la ciudad… Maestro…. -quería decirle que tuviese cuidado, pero lo más probable es que le restara importancia.

Heliogábalus Mensajes : 310 Fecha de inscripción : 09/02/2011

El olor a incienso y aquellas luces multicolor que los ventanales en mosaico formaban le traían algunos recuerdos del pasado, como aquella vez tan odiosa y torturante en la que presenció la casi muerte de su discípulo y de la cual le salvó, aunque por alguna razón siente que desde entonces su pequeño Chris está más frío con él, pero eso es algo que no le importa realmente mientras pueda tenerle a su lado.

Podía sentir como el humo del tabaco entraba en sus fosas, evitando de ese modo que el incienso se notase en demasía, eso ya era más agradable y algo más que agradecerle al tabaco, pues desde hacía años, cada olor proveniente de una iglesia a veces tan solo conseguía causarle arcadas y repugnancia. Si, pese a que fue un sirviente de dios, un sacerdote al que admiraban, ahora tan solo sentía algo de rencor por ese ser que llamaban... Dios.

A lo lejos, con claridad, podía escuchar a algunos creyentes hablar con voces débiles y casi sin aliento, como si ocultasen cosas a todo ser que se entrase por los alrededores de la iglesia, aunque eso en verdad era algo que a él ni siquiera le importaba por lo que con cierta pereza cruzó los brazos tras su nuca mientras nuevamente daba caladas a aquel delicioso y amargo sabor del cigarro, dejando salir poco después el grisaceo humo de este, el cual se elevaba hasta que desaparecía de la vista.

Unos pasos se acercaban pero no los tomó en cuenta, sus ojos los cerró segundos atrás, relajandose con el sonido que ahora las campanas emitían debido a las horas que eran en ese momento, pero lo que no se esperaba era que aquel cigarro terminase desapareciendo repentinamente de sus labios, aunque claro, escuchar después de eso aquella hermosa voz le restó importancia, de ser otra persona le habría gritado por interrumpir su momento de paz. Lentamente sus orbes las fue abriendo, clavando las suyas sobre las del contrario al tiempo que sus labios formaban una apacible pero perezosa sonrisa.

-Hi, Cherry... -Saludó con aquel acento inglés que muchas veces soltaba por sus labios de un modo un tanto atractivo al tiempo que alzaba una de sus manos para saludarle de igual modo. Con su mirada le siguió hasta que el menor tomó asiento a su lado. Él se acomodó en la banca, apoyando los brazos sobre el respaldo de esta, haciendo que de ese modo su pecho desnudo y bien formado quedase más a la vista, importandole poco si recibía miradas.- ¿Hm? -Alzó una de sus cejas al escucharle y manteniendo la mirada sobre el otro fijamente. Sentía cierta curiosidad pero a veces las cosas que provenían del vaticano no solían llamarle la atención.- Bah, tampoco será para tanto, Cherry... Aun así, ¿de qué se trata? -Ante aquella pregunta inclinó su cabeza hacia delante, haciendo que de ese modo los cabellos ocultasen de forma atractiva su rostro mientras entrecerraba sus orbes y su boca la minimizaba hasta quedar como una "o", haciendose ver como que en parte atendía y en la otra mitad ni siquiera le importaba, pero si todo eso tenía que ver con Chris u otro tipo de cosas que fuesen de interés para Rayflo... Atendería todo lo posible, y por supuesto, también le ayudaría, como siempre.

» Dolor, desesperación... amor [Moonkyul]
» Busqueda Lujuriosa
» Busqueda De ciertas cosas ~
» Hermana, estoy en tu busqueda...