Un brazo, ¿porqué no dos? {Privado}

Sombras paseando por entre la espesura de los árboles, gruñidos de los zorros que correteaban por el lugar en busca de alimento para sus crías, insectos que sobrevolaban su cabeza además de intentar picarle, el sonido de las hojas mecerse ante la suave brisa que el día aquel día otorgaba a las personas que en el bosque se hallaban. Y ahí, entre tantos estímulos y tan pocas energías, se hallaba el demonio vampírico de fuertes brazos y gran determinación, buscador de la paz y tranquilidad que el comer le produciría como cada una de las veces que cumplía con ese su cometido. Escondido entre la maleza de unos matorrales lleno de espinos y malas hierbas a su alrededor, intoxicado por los olores tan fuertes que desprendían de ellos ante tanta proximidad, pudo ver una escena que sus ojos, ansiosos, pudieron ver y disfrutar como niño con caramelo. Una matanza, carnicería, tantos términos como se quisiese para llamarlo como verdaderamente habría que hacerlo: un asesinato.

-Grrr... -De entre sus labios escaparon suaves rugidos, quejidos molestos al saber que había sido descubierto de aquella manera tan inoportuna. Observó, a pesar de haber escuchado la llamada de un simple humano que sostenía una pequeña arma y que, además, le habló, el cuerpo inerte del que tenían a su lado desde hacía ya unos momentos. Ese cuerpo le tentaba como nada, el simple olor, la frescura de la sangre que, poco a poco, iba enfriándose en el interior a medida que descendía hacia la arena que espolvoreada comenzaba a formar una fina capa sobre la piel y la abertura de aquella herida mortal. Deseaba, en ese momento, poder arrancar cada pedazo de su piel, desgarrar sus músculos para llevárselos a la boca y degustarlos como con cada humano que se llevó a la boca antes de llegar a aquella ciudad.

Ese era, después de semanas, el primer manjar suculento que por sus ojos había entrado, pues no había comido nada excepto sobras, basura que tiraban los humanos, incluso la comidas que, a diferencia de muchos de esos seres ten diferentes a él, le otorgaron como simple limosna para desamparados y vagabundos. No había sido una buena llegada, y tampoco lo estaba siendo en ese momento. No quiso salir a punta de pistola, un humano armado frente a un vampiro desequipado...no era mucha diferencia pero igualmente estaba débil y desnutrido, no podría con él a no eser que comiese al menos un poco de aquel tan delicioso manjar. Tragó saliva, la cual yacía totalmente seca dentro de su cavidad bucal, al igual que su lengua, deseaba probar bocado...un tan solo bocado si le fuese posible de ese cadáver. No pudo aguantarlo más y, sin mirar a aquel humanos armado, salió de entre los matorrales, dejando ver su esbelta y clara figura, roída por el tiempo y las condiciones que debió afrontar, sucia y empapada por algún que otro lugar, parecía un depravado.

No dijo nada, ni siquiera volvió a formar sonidos como los gruñidos de antes, solo anduvo, anduvo con lentitud y sorna hacia ese tipo que le miraba sorprendido, ¿sería por el hecho de tener aquella tan enorme cicatriz?, siempre lo era, su tan querido tesoro..abominación para muchos, su única desgracia. No tardó mucho en llegar hasta el cuerpo, por el cual se agachó para poder coger uno de los brazos, o mas bien hacer crujir un par de huesos para llevarse un trozo de uno de éstos. Era su parte favorita de entre todas además de los dedos y la cabeza, solía tener muchos mas sabores, todos ricos para su paladar. No le hizo el mas mínimo caso, todo lo contrario, se apartó de aquel humano en cuanto obtuvo lo que quería. No alzó sus manos en ningún momento, no aceptaría orden alguna de aquella personas, es mas, nunca lo haría de alguien inferior a él como lo era aquel chico que dejó de apuntarle con la pistola por leves momentos.

El brazo de la persona que anteriormente había sido asesinada por aquel hombre acabó entre los colmillos de Geryon, el cual mordió con fuerza para arrancar un gran trozo de carne junto con los ligamentos y los músculos propios de los seres humanos al igual que su propio cuerpo. Saboreó con calma de mientras, el armado, asustado dejó volar la pistola hacia él para darle justo en una parte de su cara, precisamente en donde su cicatriz predominaba: se enfadó un tanto como era lo mas obvio. No dejó el brazo en el suelo pues no quería que ningún animal se lo llevase mientras él terminaba de espantar a aquel humano de saquerosa y fétida sangre, mala para su salud si la probaba aunque fuese tan solo un poco. Se acercó a él, pudiendo obsservar como, por cara paso, aquel hombre se alejaba uno de él hasta salir corriendo al final, dejándole completamente solo con aquel cuerpo ensangrentado y el brazo entre sus colmillos encajados. Los animales fueron testigos de todo aquello que sucedió, cómplices de sus pensamientos en ese mismo momento.

Humano Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 13/02/2011

Se deslizaba tranquilo por las calles de aquel lugar alejándose cada vez mas de donde los ‘’humano’’ habitaban y adentrándose en lejanas praderas de rebosante belleza, no había imaginado encontrar tal espectáculo natural en un lugar donde los hombres y mujeres debían cuidar el elixir de vida de aquellos que lo deseaban con ansias, realmente pensó que se trataba de un motón de cuentos cuando venia de camino a aquel lugar, pero apenas llego vio policías investigando y diciendo un sinfín de cosas relacionadas con seres no humanos…

Abrió sus ojos de golpe al escuchar un ruido lejano, no descifro de que podía tratarse pero a diferencia de quien corre el comenzó a ir lentamente al lugar del cual creía procedían los ruidos. ‘’Regresa’’, resonó en su mente ‘’no es seguro’’ se volvió a oír en su interior, pero no hacia caso, tenia una malsana obsesión por lo desconocido para el, algo que le empujaba siempre a lo prohibido y quizás peligroso para la integridad de su propia persona, pero…¿Cuántas veces no se había herido?, ¿Cuántas veces no se había accidentado por tratas de sacar a la luz algún enigma indescifrable para el?, mil y unas pero no se arrepentía , muy por el contrario, lo agradecía, de nos ser por ello no abría llegado a un lugar que quizás por fin muestre ante sus ojos una criatura de carne y hueso y no ilustrada en sus tantos libros

Continuo caminando hacia donde provenían los sonidos adentrándose lentamente en el bosque cercano caminando despacio con cuidado de no producir fuertes ruidos, mas en unos pocos minutos escucho un sonido extraño teniendo que esconderse tras un árbol viendo a los segundos un hombre correr, despavorido como si hubiere visto al mismísimo diablo, llevando en el rostro una expresión de miedo tal que le izo dudar si acercarse o no…pero la curiosidad, naturaleza humana le llevo a continuar su camino queriendo saber que el lo que Avia asustado a aquel hombre. Camino deslizándose por entre la hierba crecida, las raíces que amenazaban con hacerle caer, y los arbustos que casi no dejaban ver el suelo, mas caminando solo un poco mas hayo algo que le hizo dar un pequeño grito de la impresión cando al suelo aterrado, o quizás mas bien sorprendido

-P-pero que es….-

Menciono mirando con impacto evidente dibujado en su rostro al cuerpo inerte frete a el que no había visto, debido a la vegetación no se había percatado de el hasta que noto el tinte carmesí en el suelo , no estaba a mas de dos metros de aquel hombre y claramente pudo notar que le habían arrancado uno de sus miembros y que al parecer había sido asesinado, pero la escena macabra no parecía concordar, le habían asesinado pero le faltaba uno de sus brazos…quien o que se lo abría quitado?...y el hombre que paso corriendo aterrad abría visto al asesino de aquel hombre o abría sido él quien le mato, pero siendo así que lo asusto?

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