♦Apodo: ~
♦Nombre: Akira
♦Apellido: Nikaido
♦Edad: 16~
♦Orientación Sexual: Bisexual / Suke (Cierta preferencia a los hombres~)
♦Empleo: Musico
♦Raza: Cazavampiros Mortal
♦Descripción Física: Mide 1.69, tés clara, cabello hasta los hombros (aunque su peinado es bastante atípico). En cuanto a su cabello y ojos, si depende del estado del sujeto (si mismo). Normalmente se le ve como un chico de cabello castaño claro y ojos verdosos (la verdad en el anime varia, a veces parecen ser grises o azules) Pero en ocasiones, cuando el sello de la maldición se activa; su cabello cambia a negro y sus ojos a rojo. Sus ropas igual cambian a un atuendo blanco, de capa.
- Físico:
♦Descripción Psicológica: Es extrovertido, algo pueril a pesar de que ha vivido lo suficiente, hay veces en las que quiere pasar desapercibido y otras que quiere atención total. Sereno, serio, a veces parece que esta a la defensiva, pero no es que se le complique el reír (de hecho lo hace con facilidad). Sabe cuando debe comportarse como lo que es. Como es un muy buen músico, a veces puede parecer poético, pero siempre reflejando aflicción en cada frase. Su humor puede ser aparente, no siempre es verdadero.
♦Gustos: Le gustan los gatos, la música, la guitarra, a pesar de parecer frente a otros un chico malcriado e irresponsable, menos culto, le gusta la lectura y conoce de la vida, lo suficiente como para dar lecciones a ancianos. Los peliplata, siempre sintió atracción por ellos, pero solo es una preferencia, el color rojo. Los dulces, el maní, la depravación y puede llegar a ser un poco sadomasoquista. Las siestas, que todo mundo caiga en su juego de “Soy un adolecente”, corromper y ser corrompido(¿).
♦Disgustos: Que le despierten temprano, que le despeinen, que lo abofeteen, los gritos infantiles de emoción, que una chica se muerda las uñas, perder, que le nieguen algo, el olor del queso(¿) los hombres amanerados~ Las prostitutas (si, prefiere a las que se pueden corromper) y en los hombres es lo contrario~(perverso).
♦Historia: En el comienzo, su vida había sido un desastre; Siendo muy joven, solo un infante, vivía en un orfanato, donde le criticaban y molestaban ya que él, era un fiel creyente en dios. Sus estudios fueron católicos, aunque a veces se escapaba, por ser solo una criaturita(niño) a veces le era molesto. Con el tiempo, se hizo amigo de una chica, quien después nombro como hermana.
Un día, llegando de una excursión, Yena(su amiga) le pidió que por favor se resguardara en el autobús, mientras ella entraba al orfanato por “Dulces”, siendo Akira tan joven, cayo en la trampa sin desvié alguno y espero a su “hermana” . Luego de esperar mas de una hora, Akira decidió ir por Yena, al entrar al hospicio, pudo ver las docenas de cuerpos en el suelo, todos pálidos y con graves lesiones, e incluso había visto a la monja que les cuidaba como madre, y esta tenia la garganta desgarrada.
Sus acciones fueron las de esperarse en un humano, mas si era un niño. Se arrodillo y comenzó a rezar, porque según él dios si podría ayudarle. Yena apareció justo frente a él, pulcra, sin rasguño y hasta parecía que se había cambiado el vestuario. Convenció a Akira de salir de ahí, y él le siguió, extrañado porque la chica no tenia trauma alguna por lo ocurrido, pero hizo caso omiso ya que no quería verle mal.
Fueron trasladados a otro orfanato en Japón, hasta cumplir los 13 años, Akira al fin fue adoptado, pero Yena no se quedaría con él, ella se tendría que quedar en el hospicio. Al fin el joven había conseguido una familia, se encariño rápidamente y logro amar lo que tenia, volviéndose cada ves mas “Cristiano”. Una noche, oscura y aterradora, como si dictara el puro ambiente lo que pasaría. Akira, regresando de casa de sus amigos (porque ya había logrado hacer amigos) entro a su respectiva casa, para contemplar en la sala principal, como los cuerpos de sus "familiares" ardía en llamas.
Akira no podía creer lo que estaba pasando, realmente había sido una mala racha, pero… lo que no sabia era que su mala racha tenia nombre y figura; Yena. Tras intentar apagar el fuego, escucho ruidos en la parte trasera del hogar, haciendo que este prestara atención completa a la cocina. Se dirigió a dicha sala, y ahí, al fin diviso a su amiga, Yena; quien sostenía en su mano derecha, la cabeza del amigo que Akira había visitado recientemente. Tal escena hizo que Akira tuviera nauseas, temor, rabia, entre muchas sensaciones desagradables. Su mejor amiga era causante de sus desgracias, ya que ella era un Heliogábalus, y simplemente se habia enamorado de Akira, no quería dejarle ir, tampoco que él se olvidara de ella.
Akira tras una breve conversación con Yena, le aclaro que él no la amaba de tal forma y que ella estaba loca si creía que él alguna ves, podría quererle después de eso. Yena se vio muy adolorida, y el enojo la consumio, le hizo graves heridas a Akira, y por ultimo y mas importante, pudo sostenerle del cuello de la camisa, y plantarle un beso, más que un beso fue una maldición.
Dejo en la garganta del mortal, un sello; este le proporcionaría un dolor inmenso, e incluso derrames. Pero también tenia ventajas, le daba una gran resistencia. Akira perdió toda confianza en su Dios, e incluso en él mismo, y suele ser aparente su humor. Desicio desde ese entonces ser cazador, y utilizar su maldición como don. Pero su objetivo principal es conseguir a Yena, para hacerle pagar. Su carácter se vio totalmente reverso, y nada de lo que fue sera.
♦Datos Extra: Cambia de apariencia, puede ser castaño de ojos verdosos y luego de cabello negrizco y ojos carmesí, cuando la impureza que le mancho le domina o simplemente quiere hacer de las suyas; El sello puede hacerle sangrar, recalcando que esta en su garganta, entonces parece vomitar la sangre, sintiendo un dolor insoportable; Usa dos dagas que parecen transparentes, suelen tener en el interior, agua vendita; Es músico, en el orfanato le enseñaron mucho de música, Toca la guitarra y canta.
- Dagas:
♦Imágenes:
- imágenes:
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♦Nombre del anime/manga/videojuego del que procede: Monochrome no Factor
♦Nombre del personaje: Akira Nikaido
"No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén"