♦Apodo: Doc
♦Nombre: Kai
♦Apellido: Legan
♦Edad: 26 años aparentemente
♦Orientación Sexual: Homosexual – seme
♦Empleo: Médico
♦Raza: Vampiro renegado
♦Descripción Física: A primera vista se puede notar el color verdoso oscuro de su cabello que tiende a azul oscuro y la longitud de éste. Más de cerca, sus ojos azules marinos destacan tras los cristales de sus gafas. Como vestimenta suele llevar ropa oscura alternando entre trajes de corbata y conjuntos de pantalón largo y jerseys de cuello alto. En cualquier caso, su equipo incluye una bata blanca cuando se encuentra trabajando.
♦Descripción Psicológica: Kai muestra una cara amable ante sus pacientes cuando está de turno en el hospital; el resto del tiempo es frío y distante. Por sus experiencias personales ha abandonado cualquier sentimiento que pueda hacerle débil. Y es precisamente su deseo de ser fuerte lo que le ha llevado a odiar su verdadero ser; el ser un vampiro le ha convertido en una máquina de matar que aún eligiendo a víctimas no inocentes, no deja de desear sangre. Cuando llega al límite de su sed se vuelve impredecible e incluso adopta una personalidad frívola y desinhibida que no entiende de límites humanos y no humanos.
♦Gustos: Aprecia la lectura teniendo entre sus preferencias los escritos oscuros y trágicos. Además, prefiere un refugio cómodo a un cuchitril aunque no le vaya a dar un gran uso.
♦Disgustos: Odia tener que alimentarse de sangre y ha elegido como preferencia a víctimas no inocentes por esto mismo.
♦Historia: “¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es mi camino?”
Palabras sin sentido retumbaron en su cabeza por aquel entonces; frases llenas de dudas mezcladas con el amargo sabor de la traición y la sed… Sed… El peor de los síntomas, el inicio de un camino sin fin.
Hace tiempo Kai era tan sólo un estudiante ávido de conocimientos. Quería ser un honorable médico; quería salvar vidas creyendo así que podría compensar los errores de su padre en el pasado. Era un joven iluso lleno de sueños en un mundo cruel que los destrozaría poco a poco a lo largo de años de sufrimiento y dolor; durante ese tiempo se perdería y encontraría a sí mismo varias veces volviendo a caer una vez más. Lloró, gritó, luchó. Se dejó la piel y la voz en cada caída, en cada tropiezo hasta que ya no pudo más.
-No temas pequeño… no temas a la oscuridad… -susurraba una voz a lo lejos- No temas y lucha por seguir… Hazlo antes de que sea tarde…
¿Quién le hablaba? ¿Quién le tendía la mano? ¿Quién? Sólo la oscuridad, sólo el silencio, sólo la noche sabían quién era y sin embargo a él le mantuvieron en la ignorancia. Ese rechazo involuntario, aquel distanciamiento oculto tras la corta y breve conversación le dolieron más que todo lo anterior. Y así, cayendo en la oscuridad su personalidad se transformó. Donde antes hubo un corazón lleno de sueños, ahora sólo habitaba la frialdad y el desdén.
Los años pasaron y aún con su nueva personalidad a cuestas, terminó su carrera con honores. Ya era médico y sin embargo nada le importaba. Consiguió un trabajo humilde en un hospital cercano a su antigua facultad donde ganar algo de dinero al menos haciendo lo que sabía pero sin el espíritu que debía tener. Así fueron los siguientes años en los que sólo se dedicó al trabajo.
Tras ese tiempo que posteriormente reconocería como caótico, Kai ya no tenía ningún tipo de duda sobre la clase de persona que era hasta aquella fatídica noche…
Salía del hospital tras casi 36 horas de trabajo intenso, cuando sintió que alguien le seguía. Como normalmente ocurría cada vez que le tocaba doble turno, sus reflejos estaban ya agotados y solía estar tan cansado que una mísera sombra podía jugarle una mala pasada. Sin embargo, esta vez no fue una simple imaginación y antes de poder siquiera reaccionar se vio arrastrado a la parte más oscura de la calle. Cuando volvió a abrir los ojos era de noche y le dolía todo el cuerpo; sólo veía sombras y tenía hambre, mucha hambre. A partir de entonces su existencia se basó en saciarse noche tras noche.
En algún momento durante aquellas noches eternas se dio realmente cuenta de la criatura horrenda en la que se había convertido. Había sufrido la sed matando a numerosas personas sólo por saciarse y al final se quedaba únicamente con su crueldad. Su nuevo ser le dominaría por el resto de su existencia y ahora se daba cuenta de que aquel no era el camino esperado.
Al poco tiempo abandonó a aquel que le creó. Quería salir de allí y empezar de nuevo donde nadie le conociera y pudiera ser un nuevo Kai. La entereza que demostró en ese momento haría de él un ser de mayor integridad, alguien que en el futuro no se alimentaría de inocentes y que además emplearía sus conocimientos en salvar vidas humanas.
Pese a todo no podía olvidar su naturaleza ni aquel que fue, y pasado el tiempo una vez establecido en un lugar concreto, todos sus “buenos” propósitos quedaron en el olvido. Volvió a ser frío, calculador y además sediento de sangre; ya nada quedaba de bondad en su corazón o en sí mismo.
♦Datos Extra: Por su condición de vampiro escoge hacer los turnos de noche como médico en el hospital. Está buscando lo que sería para él su manjar predilecto.
♦Imágenes:- Spoiler:
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♦Nombre del anime/manga/videojuego del que procede: Sukisyo
♦Nombre del personaje: Kai Nagase
"No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén"