dulce nana ~~

Al cabo ya despues de largos dias deambulando por aquella ciudad aun siendo persistente en tratar de hallar algun tipo de indicio de violencia o rastro que fuera sobrenatural o alguien que simplemente que fuera de su especie muy aparte de su maestro con quien dias anteriores habia tenido ya su primer roze, no encontraba nada, despues de aquello dando por culminada el mismo su mision llamo al vaticano informando aquello y dandoce la sorpresa por parte de su superior que ellos no lo habian mandado a aquella ciudad para una mision si no todo lo contrario, para que haji quien desde el tiempo que habia trabajado para ellos nunca habia tenido unas remuneradas vacaciones, aquello simplemente le sorprendio ya que simplemente lo estaban tomando por sorpresa"tomate todo este tiempo para pensar en ti, bien sabemos nosotros que piensas en los demas pero nunca te tomas el trabajo de pensar en tu persona, aprende a ser mas egoista, y esta es una orden de tu superior haji ... " sin decir mas aquella voz que hablada por el telefono colgo dejando dejando a un haji algo desconcertado "egoista?... como se puede aprender a serlo?"

-despues de largas horas cuando el sol habia ya calmado su calor abrasador en las calles, haji seguia con aquella conversacion de horas anterior en su cabeza, tomarce un tiempo libre solo para el, no pensar en nadie mas que solo su persona, como hacerlo si desde la fecha en la cual habia nacido siempre brindaba servicio a otros, y ni que mencionar sobre el hecho de que fue vendido, simplemente tu vida nunca le pertenecio a el, y hasta podia asegurar que el simplemente habia nacido para servir, definitivamente el pobre se encontraba en esos instantes en un conflicto existencial, del para que y porque vivir, en aquellos instantes tanto se habia sumergido en sus pensamientos que no se habia percatado en donde se hubicada hasta el momento que un abuelito con su baston le dio un golpe en la pierna-

jovencito por favor me da la hora?, yo y mi esposa no hemos traido reloj y no sabemos si el prestibero ya va cerrar -aquellas palabras hiicieron que haji se diera cuenta de las largas horas que habia caminado sin rumbo sumido en el, miro a aquella pareja de anciano y sin darce cuenta les brindo una calida sonrisa esas que salen desde lo mas hondo de tu corazon cuando deseas dar las gracias a alguien, y al ver aquello la pareja de ancianitos se sonrojaron levemente ya que el rostro inexpresivo de haji acompañado con una sonrisa era simplemente hermoso no habia mas palabras para describir aquello- van a ser las 6 de la tarde señores, y ustedes deberian de marchar que las calles a estas horas suelen ser peligrosas -sin decir mas paro un taxi y embarco aquellos longevos personajes, sintiendoce en cierta forma aliviado sin saber aquel sentimiento que en ese entonces pasaba y paso al ver aquella pareja suponiendo que en antaño ese habria sido su sueño, pasear hasta sus ultimos años cogido de la mano con su amada, pero aquello simplemente no ocurriria, sin pesarlo mas se dirigio a las puertas de aquel cementerio no sabia el porque, pero ya que estaba ahi no desaprovecharia la oportunidad para pasearce entre sus mausoleos, visualizando a las personas que empezaban a abandonar aquel lugar por el simplemente hecho que el sol empezaba a ocultarce-

Spoiler:

-despues de ingresar se paseo por sus calles sorprendiendoce de la grandeza ya que de por si parecia una pequeña ciudad,y mientras mas tiempo se paseaba por aquellas calles en su pecho pudo sentir cierto dolor punzante , que seguramente era por la soledad de la que el aun nose percataba, habiendo de hacer enfasis en aquello ya que se podria decir que el corazon de este personaje era como el de un niño que se mantiene escondido a pesar de los tiempos y el dolor, tomo aire cuando ya habia llegado al centro de aquel presbitro obserbando aquel imponente mausoleo que se ergia y que en el centro estaba en una caja de cristal una perfecta estatua acostada del señor jesus cristo, haji bajo la cabeza en son de respeto y subio por las pequeñas escalerillas tomando asiento en una de ellas mirando el cielo mientras el estuche de su chelo lo dejaba acostado al lado suyo- saya ...dicen que amor es cuando el tiempo pasa y no te das cuenta, cuando tu nombre suena distinto en otra boca y te derrites ... dicen que el amor es un calvario ... que la pareja es un cruz cada vez que estan apunto de enamorarce y hay quienes se sacrifican y se entrgan al dolor de amar y ser amados ... entonces ... que es aquello que conoci a tu lado? ...-su rostro estaba inexpresivo como siempre pero con cierto brillo pasional en sus ojos mientras visualizaba a su cello paseando sus dedos por el instrumento hasta sacarlo y posarlo entre sus piernas cogiendo el arco de igual manera paseando sus dedos por las cuerdas escuchandoce el chirrido suculento de estas mientras que su mente era atrofiada por el nombre de su amada "saya" se repetia una y otra vez preguntandoce a la vez si aquello que hacia era ser egoista ya que se estaba tomando el trabajo de pro primera vez pensar en el, sintio su pecho explotar y que aquella carga de emociones debia ser desatada con su tan amado instrumento y asi lo hizo empezando una suave pero muy melancolica melodia hciendo cuadro perfecto con todo a su alrededor el hermoso crepusculo del sol aun escondience que teñia el cielo de un color rojizo anaranjado, la calidez del viento que ondeaba los cabellos de quien pasara y esa soledad que se podia sentirce entre los marmoles de aquel cementerio escapando de los labios de haji cierto jadeos que parecian ser suplicios exponinedo hasta cierto punto lo pasional que podia llegr a ser cuando se entregaba a algo o alguien-

https://www.youtube.com/watch?v=q4S3b9X0r-U&feature=related

El dulce sonido del silencio había invadido por primera vez en mucho tiempo el hogar de aquel Master de cabellos largos y ligeramente violáceos, más tirando para un negro brillante que otra cosa. Un lugar tan grande como la mansión que había tenido la fortuna de encontrar, junto con ese silencio simplemente sepulcral creaban un ambiente que no podría definirse de otra forma que no fuera "terrorífico" o de miedo, pero que sin embargo, para alguien como el de platinados ojos de nombre Zèll, todo ese ambiente era lo más hermoso que pudiera haber vivido nunca. El cuerpo del hombre se había encontrado reposando en uno de los sillones del salón, boca abajo y con uno de sus yukatas preferidos ya casi cayéndosele por los costados del cuerpo, deslizándose por sus hombres como una fina y tersa seda que buscaba pícaramente dejar al desnudo su formado y, en algunas zonas, ligeramente magullado cuerpo...Vamos que las noches de caza no siempre resultaban perfectamente como a el le gustaría, sobretodo cuando por casualidad se cruzaba con algún que otro Heliogábalus cazando en lo que el master consideraría "SU" sector de caza, las peleas de vez en cuando eran inevitables, sobretodo considerando el poco humor que invadía todo el cuerpo de Zèll una vez que sus tareas, caza o tranquilidad eran perturbadas por cualquier ente o situación, y pobre de aquel que se le cruzara en el camino, considerando lo mucho que le gusta al hombre rasgar cualquier tipo de superficie con sus propias manos, no tendrían ni razones para terminar completamente enteros...O ilesos ya de por sí, claro. En cualquier caso, justo en ese momento disfrutaba de poder mantenerse en ese ambiente aparentemente imperturbable, disfrutaba del silencio que invadía sus oídos de forma curiosa, como nunca antes lo había hecho, o al menos no desde hace unos cuantos centenares de años, ya le era dificultoso recordar, aun teniendo una de las mejores memorias habidas y por haber, tantos años de vivencias en ese mundo humano no eran tan fáciles de recordar como si todo hubiera sucedido exactamente el día anterior.
Su día se lo había pasado mayormente dentro de la casa, aprovechando el hecho de tenerla para el solo, pudiendo terminar unos cuantos de sus trabajos incompletos e incluso empezar algunos nuevos ya que gozaba de la suficiente imaginación para ello, y además ningún subordinado suyo parecía estar cerca como para cortar el hilo de su inspiración, que era lo que generalmente le sucedía cuando trataba de trabajar y se le aparecían en la misma habitación, haciendo uso de su espacio personal -el cual tenía una dimensión demasiado amplia- e impidiéndole simplemente concentrarse en lo suyo, el hecho de tener a otra persona lo suficientemente hermosa en su campo de visión le impedía concentrarse en sus libros...O en cualquier otra cosa que no tuviera que ver con, probablemente, llevar a ese ser a la cama.

Pero a pesar de todo, a pesar de amar terriblemente toda la situación, llegó un momento en que simplemente no pudo evitar aburrirse realmente mucho de todo, y es que claro, había llegado a un punto en el que ya no tenía absolutamente nada para hacer, había terminado el trabajo, había hecho de las suyas por un rato siempre dentro de casa, había hecho ya el vago...Y ya se había cansado completamente de estar tanto tiempo "en Off", su cuerpo iba necesitando al menos un poquito de acción, y a decir verdad había estado sintiendo ya un poco de hambre...A pesar de que su ultima cacería hubiera tenido lugar hace relativamente poco, o quizás solamente eran las ansias de hacer algo "productivo", no estaba seguro...Tampoco se pararía mucho tiempo a averiguarlo. Se vistió con ropas diferentes, muy diferentes a las que generalmente le gustaba usar, muy de vez en cuando le daban los venazos de vestir de forma "normal", y aparentemente esta era una de esas veces, cambió su provocador yukata por pantalones y una camisa blanca, la cual parecía tan pulcra y pura como consideraba Zèll a su misma piel, y con la palidez de la misma en conjunto con esas ropas, resaltaba más que nunca, como si fuera el primer copo de nieve que cae a primera hora de la mañana, resaltando entre los otros únicamente por ser el primero en caer, y aparentemente el más blanco y brillante. Los pantalones eran de color negruzco, algo opaco, que se ajustaban bien a sus formas y las remarcaban ligeramente, y encima de la camisa decidió llevar un saco acorde con el pantalón, del mismo traje, y además, para no perder la costumbre de mostrar al menos una minima parte de su pecho, desprendió los primeros tres botones de la camisa, dejando ver más de esa pálida piel, marcada en algunas partes por ligeros rasguñones, que parecían irse desvaneciendo con el mismo pasar de los minutos. Una ves vestido, a su parecer como un "hombre de negocios", decidió cambiar ligeramente sus apariencias por pasar un poco más desapercibido, sus largas uñas dejaron de ser tan imponentes en sus manos, volviéndose unas normales aunque aun pintadas de ese tono violeta característico suyo, y además sus largos cabellos siempre sueltos los atuzó en un rodete bien desordenado, que dejaba que varios cabellos rebeldes le taparan gran parte del rostro, además de uno que otro por allí que trataba de escaparse del peinado. Finalmente y ya listo emprendió camino hacia la ciudad, donde buscaría alguna presa fácil con la que no tuviera que ensuciarse mucho las manos, no tenía ganas de retos justo en ese momento...Quizás algún niño, o una mujer que viera caminando sola por ahí, algún adolescente con las hormonas alteradas que creyera que pudiera llevarle la contrario o tomar unos tragos con él sin pensar que fuera mala idea hacerlo con un desconocido...No lo sabía, ya vería que se encontraba justo en ese momento por las calles de Sacramento.

{...}

La final la salida fue productiva, en una de las avenidas, en ese momento ya sin mucha gente debido a la hora, pudo encontrar a una joven completamente desprotegida, bonita con sus pecas por todo el rostro y unos lentes no demasiado grandes que le daban un aspecto como de alguien mayor. No le fue difícil persuadir a la joven para que le acompañara a tomar al menos un simple café, aparentemente a la fémina le llamó la atención sus pintas, con el traje pero con ese aspecto desordenado y, según le calificó ella, algo "loco", al final se la terminó llevando a el primer callejón oscuro que encontró, donde le besó pasional por algunos momentos, y luego mientras fingía besarle el cuello de forma cariñosa y mimosea, mordió su cuello y se aseguró de quitarle la suficiente sangre como para que no pudiera reaccionar en un buen tiempo...Pero no la mató, la consideró lo suficientemente bonita como para no hacerlo, incluso un poco interesante, merecía la pena dejarla vivir al menos un tiempo más, eso sí, no se molestó siquiera en llevarla a un lugar seguro, solamente la dejó allí en el callejo media desangrada y media muerta, para luego irse con sus ropas completamente limpias y pulcras como siempre, aunque con algún sutil chupón en el cuello, que no le importó demasiado, después de todo al rato se iría del todo.
Desde allí, sintió ciertas ganas de dirigirse hacia algún lugar que no hubiera visitado en toda su estancia en Sacramento, y si lo pensaba bien, ese lugar era la Iglesia. Su naturaleza propia le hacía imposible mantenerse a gusto en un lugar como ese, pero sin embargo estaba enterado de que constaba de algo que si lograba llamarle la atención, un cementerio. Aaah, ese olor característico a muerte, imposible de describir, un lugar tan hermoso...No por sus decoraciones, no por las flores en las tumbas, sino por el simple hecho de tener consigo millones de cuerpos putrefactos que desprendían esa aura lúgubre, que no podía más que gustarle en sobremanera...No tuvo que pensárselo mucho para ir a un lugar tal, queriendo visitar las tumbas, queriendo llenarse de esa aura que desprendían los cementerios, queriendo vivir ese tipo de sensación que se tiene al estar rodeado de muertos al menos una vez más...Aunque debía admitir que no era tan divertido si no los había matado el mismo o podía ver sus cuerpos desgarrados.
Cuando llegó y entró finalmente al cementerio, habrían sido alrededor de las 6 de la tarde, quizás unos cuantos minutos más, y ni bien entrar hubo algo más, además de toda el aura del lugar, que logró fácilmente llamar su atención. Música, si, era música...Pero no una cualquiera, era una llena de sentimiento, un chelo siendo tocado tan magníficamente que logró erizarle algunos cabellos de la nuca y los brazos. Se deslizaba con paso tranquilo a través de cada mausoleo, con sus ojos ligeramente entrecerrados, no queriendo ver nada, solo queriendo escuchar el sonido de aquel hermoso instrumento, siguiéndolo con paso tranquilo, dejándose llevar por la dulce pero melancólica melodía, sintiéndola en el fondo de su corazón, y no pudiendo evitar recordar algunos momentos de su pasado, que no pudieron más que hacerle sonreír. Finalmente, y para cuando volvió a abrir de todo sus ojos, ya se encontraba frente a la figura de aquel hombre que tocaba de forma tan hermosa, esperando hasta que terminara su melodía, mientras que le examinaba con ojos curiosos, con un refulgente brillo animado en la superficie platinada de sus iris, y únicamente cuando la tan bella música tuvo fin, se dedicó a dar algunas palabras hacia aquel desconocido.

-Me es curioso ver que aun queden músicos que puedan tocar con esa pasión...Hacía tantos años que no escuchaba algo tal, los músicos de ahora son todos unos mediocres -acotó entre divertido, animado y finalmente un poco despectivo, gesticulando con una de sus manos al momento de hablar, dando una ligera reverencia en son de respeto- Le admiro, joven desconocido, debo elogiar su música...Y a la persona para la que haya estado tocando -Tranquilamente, le sonrió de lado, alzando ligeramente las cejas a la par que sus ojos se entrecerraban, dándole un aspecto algo inocente impropio del mismo Zèll, a la par que el master tomaba una posición despreocupada y casi infantil, medio tambaleándose de un lado a otro, como todo un niño de apenas 6 o 7 años de edad.

{OFF: Perdon si está muy largo~~ .w.}

-los minutos siguieron transcurriendo pero para haji aquellos instantes eran simplemente una eternidad, una eternidad porque estaba tocando sin ser conciente que lo hacia, sus manos que en aquel instante que se deslizaban por las cuerdas de aquel preciado chello parecian tener vida y alma propia , tocaba por necesidad de desahogo y libertad ya que pudo sentir que estaba tocando fondo, podia sentir que su alma de tanto pensar en su persona esta perdiendo el sentido y el deseo de seguir estando ahi, por primera vez en lo que el podia considerar su vida se puso a meditar de las cosas que habia hecho para beneficio propio, y simplemente no encontro respuesta, el hecho no hallar ninguna salida le estaba desesperando pudiendo sentir como lo poco que le quedaba de alma, se empezaba a hundir en una oscuridad sin retorno, se empezaba a construir su propio limbo como si aquello fuece una remolido de dolor, mancillando mas aquella alma que de por si ya estaba marchita por el paso del tiempo y las personas que habian dejado cicatrices en ella las cuales siemplemente nunca habia terminado de cicatrizar-


-aquellos ojos que estaban cerrados con cierta fuerza con el ceño levemente fruncido asi como sus labios que solo en algunos instantes se entreabrian cuando los jadeos escapaban de ellos, aquella nariz puntiaguda que de igual manera aparentaba estar mas respingada a causa de su ceño fruncido y las faciones de su rostro que de por si estaban dilatadas haciendo contraste con la musica que tocaba, la melacolia ahora no solo se sentia en los colores de la melodia si no tambien en el aura del pelinegro, estaba destilando penumbra en cierta forma muy aparte de la melancolia , entreabrio sus ojos por unos instantes mirando el cielo como si implorara a alguien, como si buscara una respuesta a todas las dudas que tenia en la mente pero sabia que no tendria respuesta estaba solo, y el hecho de decir solo era porque todas las personas de su entonces o bien habían muerto por el peso de los años, o simplemente fueron asesinados, sintiendo ce en esos escasos instante viejo, longevo, como si todo lo vivido y transcurrido callera como una cruz sobre su espalda, y entre tanta pasión demostrada en ninguno de esos instante se había percatado de la prescencia de un ajeno, solo al momento de culminar la melodia, solo cuando sus manos se detuvieron cuando quella pieza musical daba por finalizada, sumamente inexpresivo giro el rostro hacia aquella voz, con su mirar frio, sin brillo completamente muerto, como si su cuerpo estuviera vació... Y fue luego de eso que los volvió a abrir -sus ojos- y notó con desgana que lo único que había sido ese momento fue eso... un momento.-

-parpadeo seguidamente y en su mente se replico fortuitamente "Fuerza, fuerza...un aliento de fuerza, para este moribundo... " ya que por unos instante temio hacerle sentir paranoia o miedo a aquella persona que estaba practicamente frente suya solo a unos escasos metros de su prescencia, entre abrio los labios con la intencion de poder pronunciar algun tipo de palabra pero por la instancia y la situacion anteriormente acontecida solo le permitio soltar un suspiro de finales de era, tocio con ligereza para poder aligerar el tono de su voz que de por si estaba carraspeado gargado de sentimientos, y una vez logrado musito con esa paciencia que le es característico en su carácter-


- ... muchas gracias ... - miro fijo a aquella persona que a pesar de las ropas que llevaba lucia de cierta forma algo extravagante para los ojos del pelinegro, mas que nada por aquel tono de cabello y esa mania que tenia aquel joven en dar a su aura cierto aire de inocencia, no muy común en los jóvenes y mas por la edad que presentaba el susodicho- .... ... no es de admirar, creo que me escucho tocar en un momento especial solo es eso, soy un musico comun y corriente .... - trato de escusar su habilidad que de por si era excelente pero lo que menos le gustaba al pelinegro era sentirce alagado, ya que de una u otra forma le hacia sentirse avergonzado, a fin de cuentas haji era un tipo de caracter algo introvertido, suspiro seguidamente mientras sujetaba y acomodaba nuevamente su chello en su estuche mirando de reojo al joven -



e_E sorry que no sea largo (?) no estaba muy inspirada u.u )