○Estrellada Soledad○

Tema: ○Estrellada Soledad○ Vie Feb 18, 2011 4:15 am

No eran más que las 24:37 de la noche cuando Rayflo se dispuso a relajarse, quizás le vendría bien un cambio de aires pues el estar encerrado en la mansión... el que su discípulo tan solo le viese como un banco de sangre del que beber y nada más, eso era doloroso en parte. Sabía bien que aquel día en el que el castillo de la princesa Marie fue atacado perdió tanto su humanidad como su alma, sus sentimientos... pero maldecía a aquel chico que le hizo volver a sentir esos indeseables, estorbosos y dolorosos sentimientos, pero ya que importaba eso, lo hecho, hecho estaba.

Fumaba su marca favorita de tabaco y el viento se llevaba la fila de humo que este desplegaba por uno de sus extremos. Daba lentas pero profundas caladas al mismo instante que suspiraba y observaba su alrededor, oscuro, solitario y con el simple sonido de los crujidos de los arboles por la brisa que recorría el lugar. No estaba nada mal el lugar, al menos para él, era relajante el encontrarse solo, aunque también peligroso... su master podría aparecer y eso sería un grave problema, pues le odiaba.

Sus pasos le dirigieron finalmente hacia uno de los bancos y allí se sentó, cruzando las piernas y extendió uno de sus brazos por el respaldo del banco mientras que con la otra mano mantenía sujetado el cigarro frente a sus labios. Observaba la luna llena, tan hermosa y brillante, cuantas veces admirada por los siglos que ni siquiera ya había contado. Sus orbes las acabó cerrando y dejó que la brisa nocturna merciera sus oscuros cabellos muy despacio, haciendo que se relajara y que de paso todo pensamiento oscuro en su mente se fuera... desapareciera por algunos instantes.

-¿Cuándo te darás cuenta para entenderme...? -Musitó para sí mismo, murmurando aquella pregunta por su discípulo pero realmente le desanimaba aquello y un profundo suspiro salió de sus labios. Sus ojos no los abrió en ningún momento pese a que eso tan solo le otorgase, nuevamente, pensamientos pasados.

Soltó el cigarro, el cual quedó sostenido por sus labios mientras que con su mano abría los botones de su camisa lentamente hasta dejarla completamente abierta de par en par, sintiendo aquel frío en su pecho, pero no le importó. Descruzó las piernas, cambiando el sentido y con eso, hacer que los cuerosos pantalones quedasen más ceñidos a las curbas de sus piernas mientras que su pie lo movía para hacer remover la zapatilla mal colocada, que llevaba puesta.

Humano Mensajes : 14 Fecha de inscripción : 17/02/2011

Esa era otra noche predilecta para sus caminatas nocturnas. La brisa helada hacía que muy pocos se atrevieran a salir del calor de sus hogares para lidiar con el frío. Para ella era perfecto. Su faceta antisocial afloraba, diciendo que lo mejor de esa noche era la escasa cantidad de transeúntes por las calles. Bueno, sabía que también se debería a la hora, puesto que no era muy normal salir tan tarde, a menos que fueses un adolescente de juerga o un adulto que atendía ciertos… “negocios”. Bueno, mientras no la molestasen, le daba igual.

Con calma se acomodó los audífonos y encendió el MP3 antes de guardarlo en el bolsillo de su abrigo y salir a caminar. Las botas de gamuza emitían un suave eco que retumbaba en la impávida noche. Parecía que nada perturbaría aquella calma transitoria. En sus oídos resonaba un tema tranquilo de música clásica, mientras ella contemplaba la preciosa noche despejada, al tiempo que sus pasos la guiaban distraídos hacia el parque. Una vez allí, se detuvo a apreciar el aroma de los árboles, el cual llegaba a ella gracias a la suave brisa helada que se había hecho presente, decidida a cortar con la calma silenciosa que la rodeaba. Estiró los brazos con levedad hacia los lados e hizo una profunda inhalación, para luego acabar con un suspiro. Sus orbes azulinos se fijaron en la luna, contemplándola con detenimiento. Recordaba su último video de promoción: Torre. La luna no se veía tan hermosa y grande como ella la apreciaba en ese momento. Lo artificial no podía siquiera simular lo perfecto de lo real.

-Vaya tonterías.- Se dijo a si misma, llevándose una mano a la frente para sacudir sus cabellos, al notar que sus pensamientos giraban en torno a tonterías. ¿Qué importaba aquello? Suspiró y sacudió la cabeza con calma, como negación para sí misma.

Una nueva brisa, esta vez más intensa, se hizo presente, sacudiendo con violencia las hebras rosadas, logrando arrancar un auricular de su sitio, dejando que cayera graciosamente y se perdiera entre los cabellos. La muchacha volteó para ponerse contra el viento, acabando por notar al otro ser que estaba allí presente. La camisa se sacudía con gracia debido al suave viento y los cabellos negros se mecían como si estuvieran haciendo una danza.

Los ojos azules parpadearon un tanto confundidos, al tiempo que en el reproductor comenzaba a sonar You are the moon.

Tema: Re: ○Estrellada Soledad○ Mar Feb 22, 2011 10:03 pm

Sus ojos los cerró, sintiendo como la traviesa brisa le removía sus oscuros cabellos de aquella manera, haciendo que aquella fila de humo cambiase el sentido de su ruta con violencia. De poco en poco sus orbes las fue abriendo, oscuras y brillantes como la nocturna noche. Suspiró y alzó la cabeza para asi, divisar la brillante luna que se alzaba en los cielos, mirandola de manera que pareciera desear juntarse con ella.

Una mirada la sintió clavarse en él, alguien le observaba y es por eso que sus orbes se giraron con lentitud y suavidad hasta que clavó sus ojos en aquella joven. La observó por un largo rato, sin sacarse aquel cigarro de entre sus labios, terminando por formar una sonrisa en los mismos mientras que alzaba una de sus manos hasta su frente, poniendo dos dedos frente a esta para luego hacer un gesto, pareciendo militar, para saludarla.

Luego de aquel saludo llevó aquellos mismos dedos al cigarro de su boca para cogerlo y darle una calada antes de sacarselo de los labios, expulsando con lentitud el humo del mismo. Tras eso, se incorporó lentamente, mostrando su firme, esbelta y atractiva figura varonil, viendose marcado su pecho y estomago por los abdominales que se mostraban ante los movimientos que el viento formaba y apartaba a veces parte de aquella camisa para mostrarlo.

Una última calada dió al cigarro para luego dejarlo caer al suelo, pisándolo y así girar su cuerpo en el sentido de aquella muchacha lentamente, merciendose sus cabellos lentamente con aquella brisa en todo momento. La luna alumnó al ser oscuro y con eso mostró su maduro y hermoso rostro que permanecía con una suave sonrisa hasta que, cuando quedó cerca de aquella joven, detuvo sus pasos a un par de metros de ella, sin quitarle la mirada de encima.

-Buenas noches, señorita... -Amplió su sonrisa y cerró sus orbes para asi, nuevamente iniciar sus pasos y acortar más las distancias.- Este lugar es peligroso a estas horas, no debería caminar sola, si gusta puedo acompañarla... ¿le parece bien? Pero no piense mal de mi... -Por ese comentario soltó una risa, apartandose un poco los cabellos del rostro, teniendo una sonrisa amistosa.

Humano Mensajes : 14 Fecha de inscripción : 17/02/2011

Permaneció inmóvil mientras aquel extraño se acercaba a ella. Sus pasos resonaban suavemente en el asfalto, como si fueran un susurro entre el sonido ocasionado por el viento. La muchacha simplemente lo observó en silencio mientras él se le acercaba. La verdad no comprendía el por qué de su risa. Simplemente decidió ignorar todo aquello, que bien podría ser una broma.

-Estoy bien. Gracias- Dijo con calma, rechazando de modo formal la oferta de aquel desconocido. Probablemente no la había reconocido, lo cual era lo mejor. No estaba de humor para lidiar con algo como eso en aquel momento. Suspiró con calma y caminó hacia un banco, donde se acomodo para descansar un momento, de su caminata. Los ojos azules estaban clavados en el extraño, siguiendo cada posible movimiento que el llegase a efectuar. La luz lunar se reflejaba en la melena azabache, haciendo que soltara resplandores plateados.