Haru Yumekui

♦Apodo: Rosa negra.

♦Nombre: Haru

♦Apellido: Yumekui

♦Edad: 22 años. Aparenta entre 18 y 20.

♦Orientación Sexual: Heterosexual con algunas tendencias bisexuales (tachineko).

♦Empleo: Cantante. A veces hace de modelo.

♦Raza: Humana.

♦Descripción Física: Iniciando por el rostro, sus ojos azules resplandecen con un brillo que denota madurez y cierta frialdad. Dicen que los ojos son portales al alma de la persona, pero la mirada de Haru parece tener un velo que dificulta mucho saber lo que pasa por su cabeza o lo que siente en realidad. Sus largas pestañas enmarcan perfectamente los orbes azulinos y sus finas cejas casi siempre denotaran expresiones de sarcasmo o desinterés. Sus labios, carnosos y tentadores, siempre esbozarán una sonrisa que tranquilamente no podría ser genuina. Continuando por el cabello, de un color rosa pálido, que cae pesadamente sobre la espalda como una cascada de finas hebras, las cuales se sacuden por el aire con cada movimiento de su dueña.
Su piel es blanca y fina como la porcelana, tentadora, desprende siempre un aroma a flores de cerezo o violetas. Un aroma agradable a los sentidos, casi tanto como su voz melodiosa como el canto de un pajarillo.
Posee un físico envidiable, una figura delgada y esbelta. Piernas largas y bien proporcionadas de acuerdo a su cuerpo. Dedos finos y largos que siempre irán a acomodar su propio cabello, jugando con el mismo al formar graciosos rizos rosados. Su busto no es exagerado, sino moderado. De caderas finas.

♦Descripción Psicológica: Es una muchacha distante y algo fría. Su cara de póker es la única que muestra a los demás. Es muy difícil saber lo que está pensando o sintiendo, puesto que es alguien completamente cerrado a los demás. Es algo desconfiada, la vida le enseño que uno solo consigue problemas cuando confía abiertamente en los demás.
Parece completamente desinteresada en lo que ocurre en su entorno y no se preocupa demasiado por las cosas. Pero cuando encuentra algo o alguien por lo cual preocuparse, defenderá aquello con uñas y dientes, a muerte si es necesario.
No suele sonreír abiertamente, salvo para las personas cercanas a ella (con las que tendrá una personalidad algo diferente a la habitual). Se mostrará una faceta más relajada cuando esté tocando el piano, el violín, cante sin darse cuenta o baile escuchando alguna melodía que es de su agrado. Por lo general es relajada y despreocupada.
Con los seres que ella considera cercanos es amable y considerada. No se liberará por completo de su actitud habitual, pero tenderá a sonreír más o incluso gastar bromas y reír abiertamente.
Sin duda, Haru es una persona compleja, que construyó muros alrededor de ella para poder protegerse de los daños del mundo exterior. Sabe que puede volver a ser herida, por lo que procura tener mucha cautela y pensar dos veces antes de dejar entrar a alguien en su vida.
No suele medirse con las palabras y es directa. Siempre irá con la verdad, incluso si sabe que esta puede dolerle al otro. No se morderá nunca la lengua a menos que lo crea absolutamente necesario.

♦Gustos: La música (tiene un gusto muy variado, desde el clásico hasta el pop). Los dulces (en especial los Pokys). Los días cálidos, que no llegan a ser sofocantes y el invierno. Adora los deportes de esa esación, disfrutando mucho del patinaje artistico.
Las rosas son de su particular agrado. Las rosas rojas de un color resplandeciente a la luz del sol, para ella es como poesía.

♦Disgustos: La comida agria. Los colores chillones. Odia que la defrauden. Ese sentimiento de desilusión es desagradable para ella.
La gente débil. No le gusta ver a la gente que se compadece de si misma… es algo que la irrita.

♦Historia: Desde pequeña Haru demostró cierta predilección por la música. Bueno, siendo hija de dos músicos y nieta de un profesor de música clásica, no se esperaba para menos. Siempre se la educó adecuadamente y se le inculcó el amor por la música. Ya a la edad de 10 años, la pequeña tocaba el violín y el piano, además de demostrar tener una voz encantadora. A medida que crecía, la niña se iba convirtiendo en una hermosa mujer, quien demostró ser decidida y clara en sus convicciones. Era atenta y alegre en un entorno en el cual se veía rodeada de sus seres queridos, y reservada y callada cuando se veía envuelta de desconocidos.
A los 16 años, la joven se enamoró de un compañero de clases que, al igual que ella, pertenecía al club de música de su colegio. La joven tocaba el violín o el piano, mientras él cantaba y tocaba la guitarra. Fue él quien le enseñó a acariciar aquel instrumento, emitiendo hermosas melodías. Melodías con las cuales ella solo se enamoraba más y más de él. Sin embargo, su corazón se vio destrozado, cuando lo escuchó decir que no sentía nada por ella y que solo se acercaba a ella y era amable, porque sabía que así se ganaría a la persona que en verdad era de su interés. Fue testigo del amor de aquel muchacho con otra meses más tarde, en una presentación del club en público.
Si bien no fue algo trágico, bastó para que la muchacha decidiera cerrarse.
En esa misma edad, se enteró de que sus padres no se amaban realmente, de que aquella imagen de familia feliz solo era una máscara. De que su madre tenía un amante y su padre otra familia en quién sabe donde. Todo aquello destruyó las imágenes que ella se había fabricado de pequeña, volviéndolas insulsas fantasías sin sentido. Con aquello, el muro que había comenzado a construirse la joven, se fortaleció, haciendo un caparazón de hielo a su alrededor.
Fue suficiente para que Haru no quisiera involucrarse con nadie, suficiente para que construyera murales a su alrededor. A partir de entonces fue que sus pares se alejaban de ella diciendo que le tenían miedo a aquella extraña personalidad. Aunque otros la encontraban atractiva. Ya aquello no era de interés de la muchacha.
Sus padres no demoraron en divorciarse y la muchacha decidió vivir con su abuelo, quien sabía que era el único que no la había “traicionado”. El único que había sido completamente honesto con ella. El único a quien ella respetaba y respeta realmente. Actualmente vive con él, siendo la única persona a la que le dedica alguna que otra sonrisa genuina.

♦Datos Extra: Toca el piano, el violín y la guitarra. Tiene cierta facilidad para aprender instrumentos.
Le gusta el patinaje.
Posee una moneda de 100 yens la cual cuelga de su cuello como una medalla. Es un objeto que pertenecía a su abuela (según le contaron).

Spoiler:

♦Imágenes:

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♦Nombre del anime/manga/videojuego del que procede: Vocaloid
♦Nombre del personaje: Megurine Luka

No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amen.

Citación :

Debes quitar esa imagen de la cabecera.
Antes que nada debes leer y firmar las reglas, además de colocar la frase que hay en ellas.
Alarga los gustos y disgustos.